Cádiz C.F.

A por la veintena

Con la ilusión por bandera, el Cádiz visita al Málaga pensando en ganador Tanto Espárrago como Tapia esconderán sus onces hasta el último instante

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Dicen que los buenos momentos hay que aprovecharlos. Y más aún cuando se tiene enfrente a un equipo, el Málaga, enemistado con la victoria. Los de la Costa del Sol ya acumulan seis jornadas consecutivas sin celebrar un triunfo. Una dinámica que ha llevado al equipo de Antonio Tapia a descender posiciones en la tabla y, de paso, convertirse en un rival directo del Cádiz por eludir el descenso. Por contra, el once cadista está en alza.

Tras enterrar el glorioso 2005 con tintes pesimistas por la crisis de resultados de diciembre, el nuevo año ha llegado con la fortuna vestida de amarillo. Los resultados han empezado a recordar a los de antaño y las oportunidades se están materializando.

Todavía con el recuerdo de aquella milagrosa promoción de la 90/91 en la que Pepe Szendrei se convirtió en un ídolo del cadismo, Cádiz y Málaga volverán a verse las caras en lo más alto del panorama futbolístico nacional. Antes volvieron a encontrarse, pero en el destierro de Segunda B. Ahora la cosa ha cambiado. Y tanto. Pero aún perdura en el corazón de la afición boquerona ese resquemor con un equipo -el Cádiz- que casi empujó al abismo de la desaparición al club malacitano. Una rabia contenida que ha llevado a que La Rosaleda presente un aspecto de lo más cargado para recibir al equipo de Espárrago (23.000 espectadores, lleno). El cartel de no hay billetes se colgó ayer pese a que la hinchada visitante ha tenido que pagar 40 euros por la localidad más barata.

Con o sin cadistas en la grada -aunque se presume que cerca de mil gargantas estén apoyando a los de Espárrago- el Cádiz llega a Málaga con la mirada puesta en encadenar una nueva victoria liguera para alcanzar los 20 puntos al final de la primera vuelta. Una cantidad que de conseguirse también en la segunda vuelta garantizaría con casi total seguridad la permanencia.

Cargados de motivación después de eliminar al Sevilla en la Copa del Rey y tras conseguir la cuarta victoria liguera ante el Getafe, los de Espárrago se fueron ayer a la cama esperanzados de conquistar la ansiada veintena de puntos a costa de un decadente Málaga. Para ello, es muy previsible que el entrenador uruguayo dé continuidad al equipo que logró los tres puntos ante el Getafe. Salvo las ausencias de Estoyanoff por suspensión y de De Quintana por descanso, el once será el mismo que hace una semana se midió al conjunto madrileño. Con la única duda en el lateral derecho después de ver el buen nivel que presentó Paz en Sevilla, lo más normal es que Armando esté bajo palos dirigiendo a una defensa compuesta por el portuense y Raúl López en los laterales y Berizzo y De la Cuesta en el eje de la zaga. El doble pivote lo seguirán manteniendo Bezares y Benjamín. Las bandas serán para Enrique y Jonathan Sesma, que tratarán de brindar ocasiones de gol a dos de los jugadores que han dado mayor mordiente a este nuevo Cádiz, Mirosavljevic y Medina.

La estrechez del calendario y la incertidumbre que propone Espárrago en cada previa de partido, hace que las especulaciones sobre su once titular se disparen. Sobre todo, teniendo en cuenta que la semana que entra esperan dos nuevos partidos en los que se necesita de la frescura al completo de los jugadores que salten de inicio.

Y si Espárrago ha escondido sus cartas, su colega en Málaga ha hecho lo mismo. Antonio Tapia ha estado desdibujando su once durante toda la semana. No fue hasta el entrenamiento de ayer por la tarde cuando el técnico malacitano dejo entrever su once. Y por lo que se vislumbra del mismo, a la defensa gaditana se le avecina un bombardeo continuo de balones colgados a los gigantes Salva y el Chengue Morales.

Precisamente, el delantero hispano-uruguayo juró la Constitución hace tan sólo unos días y para celebrarlo lo tiene claro. El partido ante el Cádiz «hay que ganarlo como sea», dijo mostrando a las claras el grado de ansiedad por la que pasa el rival de hoy.