Feijóo, el hombre que quiere modernizar el PP de Fraga
El nuevo presidente del PPdeG ha sabido esgrimir un galleguismo integrador y hacerse con el respaldo de las cuatro provincias
Actualizado:Alberto Núñez Feijóo, nuevo presidente del PPdeG, asume el reto de sustituir a Manuel Fraga y modernizar la formación tras ganar a sus rivales en el proceso previo al congreso, al lograr ser amigo al mismo tiempo de Mariano Rajoy y de José Luis Baltar y descalabrar a Xosé Cuiña en su propio feudo.
El PSOE y el BNG vaticinaban que tras el aplastante liderazgo de Fraga, los populares se desmembrarían en mil pedazos y que el presidente del PP en Orense, Xosé Luis Baltar, apoyado por el ex conselleiro Xosé Cuiña, líderes del denominado "clan de la boina", vinculados al ámbito rural, plantarían cara a los del "birrete", universitarios y cercanos a la Dirección Nacional.
Entre estos últimos está Núñez Feijóo, quien ha sabido esgrimir un galleguismo integrador y hacerse con el respaldo de las cuatro provincias, que este domingo le han dado el visto bueno para abrir las ventanas del partido a su modernización. Lograr que el PPdeG se muestre tan comprometido con la Galicia urbana como con la rural y abogar por propiciar pactos de gobierno con otras formaciones políticas son argumentos con los que el diputado orensano, afincado en Vigo, ha convencido a la militancia.
Fama de excelente gestor
Núñez Feijóo, licenciado en Derecho, ocupó cargos con el Ejecutivo de Aznar en los que se labró fama de excelente gestor, al frente del Insalud y de Correos, y retornó a la Comunidad, en 2003, para asumir la Consellería de Política Territorial y, posteriormente, la Vicepresidencia primera de la Xunta.
Este joven, considerado "elegante", que vive en Vigo porque adora el mar, aunque sólo puede practicar la bicicleta estática en sus ratos libres escuchando a Bruce Springsteen y a Dire Straits, no se ha quitado el traje de chaqueta desde los 24 años, cuando ingresó en el cuerpo de la Administración autonómica para convertirse después en secretario general del Servicio Gallego de Salud (Sergas).
De la mano de un político en la sombra como José Manuel Romay Beccaría, un "ex de todos los cargos" que tiene una poderosa influencia en la política gallega, como apuntó el presidente de la Diputación de Lugo, Francisco Cacharro, el futuro líder de los populares supo abrirse camino sin prisa pero sin pausa.
Cambio de estilo
Representa "un cambio de estilo" en el PPdeG, como él afirma, y por eso se ha rodeado de jóvenes aunque asegura que no piensa llevar a cabo una refundación del partido. Apuesta por la renovación de las ideas y quiere "un PP pensado para la gente reformista, que no sea dogmática y que tenga una mentalidad más abierta".
Algo que suena a justo lo contrario de lo que representaba Fraga, quien, según fuentes del partido, tiene en gran estima al futuro presidente de la formación aunque no era su candidato preferido. El veterano político, que sabe mucho de estas lides, preconizó que Núñez Feijóo será "un gran presidente" -si los gallegos le dan algún día la oportunidad-, y resaltó que sólo tenía un defecto: "su soltería", ya que en los sectores conservadores del partido no se ve con buenos ojos que un eventual futuro jefe de Gobierno viva sólo en la casa presidencial de Monte Pío.
Dirigentes socialistas y nacionalistas, que llevan apenas seis meses al frente de la Xunta, confiesan que es el candidato más temido porque nadie duda de su preparación y de su habilidad política, si bien tendrá que incrementar su popularidad entre el electorado gallego, que le conoce como el arduo defensor del Plan Galicia, aprobado tras el siniestro del "Prestige".
Una vez que haya puesto orden en las filas populares, tras el cónclave que finaliza hoy en Santiago, se enfrentará a dos retos que podrán a prueba a la nueva dirección: la reforma del Estatuto de Autonomía y las próximas elecciones municipales.
En el primer asunto, Núñez Feijóo estará cerca de la postura de Josep Piqué en Cataluña, porque Galicia es una nacionalidad histórica y él defiende su identidad propia sin caer en la ruptura y sin crear un conflicto en el Tribunal Constitucional. Ante los comicios locales, confía en que al igual que no se cumplieron los vaticinios catastrofistas sobre la unidad del partido tampoco se suscriban los augures de malos resultados. Será precisamente la baza de un partido cohesionado, con la que el nuevo líder de los populares gallegos combatirá la coalición PSOE-BNG, dadas "las divergencias que se dan en su seno", según el propio Núñez Feijóo.