Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizActualidad
kuwait

La muerte del emir y la enfermedad del sucesor abre interrogantes para el futuro

Para los más pesimistas, esta debilidad podía ser utilizada por los enemigos de uno de los países claves en el mapa petrolero del mundo

EFE | DUBAI
Actualizado:

La muerte del emir de Kuwait, jeque Jaber al Ahmad al Sabah, hoy y la ascensión al poder de su sucesor, el enfermo jeque Saad Abdulá al Sabah, de 75 años, abre algunos interrogantes sobre el futuro de este país rico en petróleo.

El jeque Jaber, de 78 años, falleció esta madrugada tras una larga enfermedad que empezó con infarto en 2001 y que le había apartado de la vida pública. Desde hacía casi dos años, compartía cuidados médicos con el príncipe heredero, Saad, hospitalizado el pasado junio por una subida de glucosa y que desde 1997 está aquejado de problemas de colon.

La debilidad de su hermanastro obligó en 2003 al fallecido emir a desposeerle del título de primer ministro, propiedad del príncipe heredero desde que el país obtuviera su libertad del Reino Unido en 1961. Es otro hermanastro del emir, el jeque Sabah al Ahmad Al Sabah, se encarga desde entonces de los asuntos de Gobierno y actúa como jefe del Ejecutivo.

La mala salud de la familia Real preocupaba en los últimos meses a la clase política del emirato, que había abierto una debate sobre el futuro y comenzado especular con la necesidad de nombrar un nuevo príncipe heredero.

Clave en el mapa petrolero del mundo

Para los más pesimistas, la debilidad de los gobernantes podía ser utilizada por los enemigos del emirato, uno de los países claves en el mapa petrolero del mundo.

Kuwait, miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), posee bajo su subsuelo una décima parte de las reservas de petróleo del mundo, disfruta de una posición estratégica en el golfo Pérsico y es uno de los aliados más firmes de EEUU en la región. El Ejército estadounidense lanzó desde su arenas la invasión de Irak y todavía tiene desplegados en el emirato unos 30.000 soldados que le sirven de base de apoyo a su difícil situación tras la caída de Sadam Husein.

"La transferencia de poder en el emirato está bajo control y estipulada en la Constitución. La personalidad política del país es el primer ministro y se especula en que la posición de príncipe heredero pueda recaer en él", explicó el profesor Ganem Al Nayar.

Sin embargo, hay quienes temen que la muerte de Jaber y la debilidad física del heredero otorguen más espacios a los grupos terroristas que actúan en el emirato. En los últimos dos años se han repetido los incidentes entre las fuerzas de Seguridad y grupos de extremistas islámicos que han obligado a EEUU a cerrar durante algunos días su embajada ante el temor de atentados. Sin embargo, los violentos no han conseguido golpear el país, como ha sucedido en el vecino Arabia Saudí.

Pendientes de las reformas democráticas

También queda en el alero el futuro las reformas democráticas que el propio jeque había impulsado a título personal, como el derecho a sufragio para las mujeres, aunque todo parece apuntar a que no habrá cambios y las féminas podrán votar finalmente en 2007.

Fue el jeque Jaber quien en 1999 elevó la cuestión al Parlamento, donde se topó con el rechazo frontal de la oposición islamista, a la que doblegó tras más de un lustro de disputa parlamentaria.

Sin embargo, la confrontación entre moderados afines a la monarquía y los grupos de oposición islamista se ha instalado como característica en la política de Kuwait, único país del Pérsico que cuenta con un Parlamento democráticamente elegido.

Donde parece que no habrá cambios es en la relación con Irak, país con el que Kuwait hizo las paces tras la caída de Sadam Husein. El ex dictador ordenó en agosto de 1990 la invasión del emirato, del que fue expulsado siete meses después por una colación internacional liderada por EEUU.

El nuevo gobierno iraquí, nacido al abrigo de la ocupación estadounidense, decretó hoy tres días de duelo oficial por la muerte del jeque kuwaití.