ESPAÑA

Bono elige a un militar de confianza para sustituir al general Mena

Pedro Pitarch, hasta ahora número cuatro del Ministerio de Defensa, es el nuevo jefe de la Fuerza Terrestre El alto mando cesado puede recurrir su pase a la reserva

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Se cumplió lo esperado. El Gobierno nombró ayer jefe del mando de la Fuerza Terrestre al teniente general Pedro Pitarch Bartolomé, hombre de confianza de José Bono y hasta ahora director general de Política de Defensa, por lo que era el número cuatro de ese Ministerio. Sustituye en el cargo al teniente general José Mena Aguado, cuyo pase a la reserva aprobó también el Ejecutivo por su discurso del día de la Pascua Militar, en el que invocó una eventual intervención de las Fuerzas Armadas si el Estatut llegase a rebasar los límites de la Constitución.

El cese definitivo del general Mena, que con 64 años le faltaban dos meses para su pase natural a la reserva, coincidió con el fin de su arresto domiciliario de ocho días que el ministro de Defensa le impuso el sábado pasado por no mantener la «neutralidad» política. En este sentido, fuentes jurídicas de Defensa indicaron que puede recurrir la sanción en primera instancia ante Bono, según establece el artículo 76.3 de la Ley Orgánica del Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas de 8/1998.

Posible recurso

También tiene una segunda instancia consistente en un recurso contencioso disciplinario preferente y sumario por conculcación de derechos fundamentales, ante la sala quinta del Tribunal Supremo, al ser una sanción impuesta por el ministro, según el artículo 23.5 de la ley orgánica 4/1987.

El nuevo responsable de la Fuerza Terrestre, que tiene su sede en Sevilla, tendrá bajo su mando todas las unidades del Ejército de Tierra -salvo las más operativas, que dependen de la Fuerza de Maniobra-, las logísticas y las destacadas en el archipiélago canario.

Al conocer que la destitución se hacía efectiva, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, consideró que se trata de una «medida ejemplar» porque afirma que el teniente general «conocía sus obligaciones y sus límites, sabía de su verdadera disciplina y la incumplió».

El líder de IU espera que la actitud del alto mando militar «sea un hecho totalmente individual» y que permita continuar con la reforma en el Ejército, como la Ley de Defensa Nacional, el «proceso de modernización» de Tropa y Marinería y la futura Ley de Profesionalización.