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El 'hombre milagro' ya no es suficiente

Antonio Tapia consiguió el año pasado salvar al Málaga del descenso; este año, con el equipo en plena crisis, el club ha tenido que echar mano del mercado invernal para enderezar el rumbo

TEXTO:/DANIEL GUTIÉRREZ CORVO / FOTOS: LA VOZ / CÁDIZ
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El Málaga está en apuros. Comienza a protagonizar una película que ya le suena familiar y las alarmas han saltado tantas veces que los aficionados no saben si creerse que esto es como el cuento del lobo o alguna vez le van a comer. Lo cierto es que en la Costa del Sol no sale el sol como debiera. El equipo de Antonio Tapia lleva sin ganar desde el pasado 20 de noviembre (3-1 ante la Real), algo que le ha colocado decimoquinto en la tabla con diecisiete puntos y a un paso del sótano de la clasificación. En ésta, su séptima temporada en Primera División, tras las veinte que pasó bajo la denominación de CD Málaga, vuelve a pasarlas tan canutas como durante los últimos años, en los que ha salvado la categoría gracias a los fichajes de invierno o a entrenadores milagro como el que ahora maneja la nave, Antonio Tapia. Sin embargo, el hombre milagro ya no es suficiente. Los Reyes Magos han traído el último regalo en forma de dos futbolistas brasileños, Gabriel y Bóvio, y un españolito de a pie como Antonio López. Y puede ser que todavía tengan guardado algo en su zurrón.

LA PORTERÍA

Plenos poderes para Arnau

Uno de los grandes dilemas que ha acuciado a la familia malaguista en estas últimas dos temporadas se centra en la portería. Con la irrupción de Calatayud, la alternancia casi matemática que practicó el cuerpo técnico con Arnau no terminó de convencer a nadie, ya que los protagonistas no lograron asentarse y los errores se repartían a partes iguales. Solución, Calata rumbo a Getafe para tener minutos y Arnau titular indiscutible -el vasco Goitia es un convidado de piedra-. Así, el catalán ha encontrado estabilidad y su rendimiento ha subido, aunque sigue demostrando ciertas carencias en las salidas y el golpeo con los pies. Su mejor arma, los reflejos.

LA DEFENSA

La cantera se arropa en Fernando Sanz

La política de apostar por la cantera que lleva a rajatabla el Málaga en general, y Antonio Tapia en particular, encuentra su mayor respuesta en la línea defensiva. Fernando Sanz, capitán del equipo, aparece como eje central, pero alrededor de él se sitúan hombres como César Navas, Alexis o Jesús Gámez, el último en incorporarse al primer equipo para reforzar el

lateral derecho. Y es que dicha zona del campo lleva huérfana bastante tiempo, de ahí que en el mercado invernal hayan adquirido los servicios de Gabriel, un lateral de largo recorrido que también puede actuar como volante y que destaca por su potencia y poderío ofensivo. Ha marcado 24 goles en 66 partidos.

EL MEDIO CAMPO

Polivalencia y juventud en la reestructuración

El medio campo ha sufrido una clara transformación con respecto a otras temporadas. Los Miguel Ángel, Gato Romero, Manu o Duda han pasado a mejor vida por distintos motivos (traspasos, lesiones, bajo rendimiento o enfrentamiento directo con el club). Ahora la tónica habitual es la de contar con futbolistas polivalentes que pueden adaptarse a varias posiciones en la medular (Juan Rodríguez, Antonio Hidalgo, Gerardo o los brasileños Anderson y Bóvio -este último reciente fichaje de invierno-), hombres con fuelle físico suficiente como para sostener el equipo y llegar con peligro a las inmediaciones del área rival. Por la izquierda Nacho y por la derecha Gabriel garantizan un juego abierto.

LA DELANTERA

Salva, el encargado de garantizar los goles

Si hay algo de lo que siempre ha podido presumir el Málaga es de contar con delanteros que aseguran goles. Dely Valdés, Catanha, Dario Silva o Fernando Baiano garantizaban entre quince y veinte goles por temporada. Este año el encargado de asumir dicha responsabilidad es Salva, que en la 2003/04 ya marcó 18 goles en 34 partidos con los blanquiazules. Esta temporada, por el contrario, anda algo peleado con el gol (sólo lleva cinco) y ni Couñago ni Chengue Morales, los encargados de ayudarle en las tareas ofensivas, encuentran su racha.