Cultura

'Sud Express' refleja la Europa del desarraigo y la soledad

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El Sud Express une Lisboa y París a través de la línea férrea. Es la manera más barata de viajar entre ambas ciudades: de noche, deteniéndose en un sinfín de estaciones y a bordo de unos vagones que, en la era del AVE, se caen de puro viejo. Chema de la Peña y Gabriel Velázquez siempre han estado fascinados por un tren que une el Norte y el Sur de Europa deteniéndose en su ciudad, Salamanca.

«El Sud Express todavía conserva el misterio épico de viajar», argumentan los directores de un filme de ficción con vocación documental: las localizaciones son reales y la mayoría de actores se interpretan a sí mismos. Una excusa perfecta para retratar retazos de vida en distintos puntos del trayecto: un taxista parisino que mira con asco a los emigrantes que carga en la estación de Austerlitz, dos hermanos portugueses sin más ocupación que ver pasar el expreso, un árabe que viaja a Bayona para ver a su chica, los guardianes de una finca castellana

Diecinueve ciudades de tres países y cinco idiomas -francés, español, árabe, portugués y euskera- para abordar dos temas habituales en ese cine adscrito al llamado realismo social europeo: la emigración y la soledad. Todos los personajes huyen o van al encuentro de alguien. Un angoleño vende relojes por los bares de Lisboa hasta que encuentra en una revista la foto de su Arcadia soñada: el parque Futuroscope. Tras viajar hasta allí se lo encuentra cerrado: la Europa sin fronteras muestra su faz real a los emigrantes.

«Nos dicen que nos ha salido una historia triste», defienden los directores. «Bueno, somos castellanos. La incapacidad para comunicar emociones te lleva a la soledad y ésta a la tristeza. Pero creemos que en Sud Express hay un punto de frescura, situaciones hilarantes y gotas de dulzura que hacen que sea agridulce».

La cinta -una obra maestra si advertimos que De la Peña dirigió Isi/Disi- desprende frescura y autenticidad al confundir ficción y documental, sin que en ningún momento chirríe la mezcla de actores profesionales y novatos. Juega en su contra la dispersión de unas historias que, a veces, poseen un valor metafórico demasiado obvio.