Los linenses exigen más seguridad y presencia policial tras el atraco a una farmacia

Los comerciantes de los locales de la calle Pedreras se pondrán de acuerdo para exigir a las autoridades que tomen medidas para aumentar la seguridad ciudadana en Los Junquillos, después de que la barriada quedase conmocionada tras el atraco a una farmacia que concluyó con un herido por arma blanca.

Se trataba de Rafael, marido de la farmacéutica Cristina Miró, que regentaba el establecimiento de la calle Pedreras ante la baja del dependiente habitual, Juan José. Rafael fue herido en la pierna y la navaja le afectó un tendón, por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. Ayer le dieron el alta, y, según explicó su esposa, su estado de salud es bueno, aunque requerirá un mes de reposo.

Cristina Miró abrió ayer la farmacia, pero con miedo. David Heredia, que regenta la carnicería que linda con la farmacia, narró a este diario la inquietud de la farmacéutica. Ya antes del suceso del martes, los distintos locales de la calle Pedreras habían pensado en la necesidad de pedir al Ayuntamiento que aumente la dotación de la Policía Local en la zona.

Los vecinos que se reunían ayer en la carnicería Heredia mostraban el mismo sentir: «La seguridad ha descendido mucho», afirmaban. «Si las cosas estuviesen como antes, esto no habría pasado». Los vecinos piden una mayor presencia de la Policía Local, pues, aseguran, «ahora se ven pasar muchos menos coches policiales». Opinan además que la situación puede extenderse a toda la ciudad. «En la Atunara se quejan por lo mismo», resume María.