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DEBORAH FERNÁNDEZ MORILLA SELECCIONADORA GADITANA DE FÚTBOL SALA FEMENINO

«El nivel de las chicas ha subido mucho en los últimos años»

Tras el buen papel realizado por el combinado gaditano en Sanlúcar, varias de sus jugadoras aspiran a ir al nacional Por encima del nivel físico, técnico o táctico, para Fernández «hay que cuidar la educación deportiva»

DANIEL GUTIÉRREZ CORVO/CÁDIZ
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A sus 30 años, Deborah Fernández lleva en su sangre la mejor adicción que se puede tener: el deporte. Más concretamente el fútbol sala. Tras jugar cinco años en División de Honor, en equipos como el Taberna Andaluza, el Cádiz FS, el Universidad de Sevilla o el Nazaret, esta gaditana cambió la pista de juego por los nervios en los banquillos. Licenciada en Educación Física, su principal preocupación en estos momentos se centra en enseñar sus conocimientos a aquellas chicas que, como ella, se vieron atraídas por el embrujo de un deporte de equipo que cuenta cada año con más adeptas en nuestra provincia. Y lo que es más importante, «con un futuro prometedor». 2005 despidió el fútbol sala andaluz con un campeonato en el que las gaditanas sólo cedieron ante el empuje de las cordobesas.

-Jugadora, entrenadora, ya sólo le queda la presidencia ¿De dónde le viene su afición por el fútbol sala?

-Lo cierto es que lo mío es paradójico. Empecé a jugar demasiado tarde y eso hizo que mi carrera se cortar un poco. Simpre me encantó el fútbol sala, siempre tuve un balón en los pies, pero no encontraba un equipo para poder saciar mi sed de competición.

-¿Tan mal está el fútbol sala femenino en Cádiz?

-No, ahora no, afortunadamente. No había equipos en 1996, pero ahora es diferente. No es que la situación sea boyante, pero tienes donde elegir. El fútbol sala ha ganado mucho.

-¿En qué ha cambiado?

-El principal cambio es que hay muchas más niñas que juegan. El interés en la calle es mucho mayor. Además hay personas físicas que apuestan por el fútbol sala femenino, como Antonio Portillo, y eso se nota. Principalmente en el nivel de las chicas que ha subido muchísimo.

Estereotipos rotos

-Supongo que una de las cosas más difícil de superar es el estereotipo de que el balón es sólo para los niños ¿Se ha roto ya ese tabú?

-Has dado en la diana. Recuerdo que a mí al principio me daba vergüenza hasta que me vieran jugar y mírame ahora. El fútbol sala se ha vuelto más abierto hacia las chicas y ellas han aprovechado para hacerse un hueco propio.

-Y en ese hueco un lugar privilegiado para las gaditanas, como ya se pudo ver en el Campeonato de Andalucía disputado en Sanlúcar, ¿está contenta con el papel desempeñado por Cádiz?

-Sí, sobre todo por el segundo partido, donde no nos jugábamos nada, pero salimos como si fuera una final. Llevábamos una selección muy joven. Creo que hemos conseguido unir el grupo para el futuro, porque no es lo mismo jugar una Liga que un Campeonato.

-Es decir, que se ve ligada a cualquier proyecto de futuro.

-Sí. Trabajo en la Universidad de Cádiz, en el área de deportes. Mi sangre necesita deporte. Es una droga para mí. De pequeña hacía surf, baloncesto, pero poco a poco me fui centrando en el fútbol sala.

-¿Y cuáles serán esos retos?

-Tengo el hándicap de que trabajo por las tardes. Mi ilusión es entrenar a un equipo y crecer con él, pero el trabajo no me lo permite. Lo más fácil para es dirigir selecciones.

-Hablando de futuro, ¿lo tienen las gaditanas en el fútbol sala?

-Claro que sí. Estoy segura que algunas irán con Andalucía al Campeonato de España en abril. Todavía tienen que pulir algunas cosas, pero tienen condiciones para jugar con las mejores.

-¿Qué es en lo que hace más hincapié durante los entrenamientos?

-Me preocupa mucho el comportamiento que tengan sobre el parqué. No sólo en el rendimiento físico, táctico o técnico, sino más allá. Hay que cuidar la educación deportiva, para que la experiencia sea totalmente gratificante.