Decisiones con resultados fatales
Una familia de Sevilla interpone una demanda contra el Puerta del Mar por la muerte de José Vázquez tras una operación de rodilla
Actualizado: GuardarEl golpe le produjo varios traumatismos importantes y una luxación de rodilla que le afectó a una arteria. Y, tras ser examinado en el Hospital de Jerez, tuvo que ser trasladado al Puerta del Mar en Cádiz para someterse a una intervención de urgencia.
Sin embargo, el accidente tuvo lugar a las 19.40 horas y José Vázquez no fue operado hasta las 3.00 de la madrugada, cuando el tiempo máximo de demora en este tipo de cirugía es de seis horas, si se intenta salvar la pierna del paciente, según se recoge en la denuncia presentada por la viuda del fallecido, Luisa López Casares.
A pesar de ello, y tal como explica su hermana, Rosario Vázquez, el equipo médico que lo atendió decidió no amputar la extremidad y llevar a cabo la reparación de la arteria mediante cirugía. La evolución inicial del paciente fue buena, pero tres días más tarde necesitó un tratamiento con potasio.
Al cabo de los dos días, José Vázquez sufrió una parada cardiaca y falleció «como consecuencia de la hiperpotasemia (sobredosis de potasio) que le produjo la repetición o superposición de tratamientos con potasio a que se sometió al paciente como consecuencia directa de la falta de coordinación de los diferentes facultativos y servicios que intervinieron en su cuidado», según se recoge expresamente en el texto de la denuncia.
Sin embargo, sus familiares desconocieron las circunstancias que le provocaron la muerte hasta que analizaron la historia clínica y se pusieron en contacto con los asesores de la Asociación de Víctimas de Negligencias Sanitarias (Avinesa). «No sabíamos por qué había fallecido mi hermano. El día antes tuvo fiebre y nos dijeron que el corazón le estaba fallando», afirmó Rosario Vázquez.
Tras descubrir que la sobredosis de potasio había motivado la muerte, la familia no dudó en interponer una reclamación administrativa para exigir al SAS la reparación del daño mediante una indemnización.
Rosario sabe que nada va a devolverle la vida a su hermano, pero su único consuelo es lograr que el sistema sanitario pague por el error que, según asegura, cometió: «Lo reconozco, ya lo único que quiero es perjudicar al médico que lo atendió y al Hospital».