Un matagigantes, el 'ogro' y otra víctima en los banquillos

Se terminó 2005 con baloncesto y se comienza el 2006 con baloncesto. El deporte de la canasta no para. Y todo sigue igual. La decimoquinta jornada de Liga volvió a demostrar que los nervios por meterse en la Copa y la necesidad de los equipos de abajo por no alejarse en demasía de la zona templada resultan más poderosos que cualquier tipo de quinielas a la hora de acertar los resultados en los diferentes pabellones de España. Entrenadores van y entrenadores vienen. Bendita locura que permite soñar a cada aficionado de las cenicientas del campeonato con la machada de su equipo y maldita resignación a la que se tienen que ir acostumbrando los seguidores de los grandes, que se conforman en estos momentos con garantizarse una plaza para la Copa del Rey -que se lo pregunten si no al Real Madrid-. Ya habrá tiempo de meterse en camisa de once varas cuando se acerque el tramo final liguero.

Especialista en lo primero se está convirtiendo el Llanera Menorca. Después de terminar con la imbatibilidad del FC Barcelona, el equipo balear se postula como matagigantes. El domingo fue el Tau el que tuvo que ceder ante el embrujo del Pavelló Menorca, que está tomando el testigo del Insular de Gran Canaria. Jugadores mediocres en equipos de alcurnia como Eley o Stojic, defenestrado en la capital, se transforman ante los mejores y han llevado al novato de la Liga hasta una cómoda situación en la tabla, con dos victorias de renta sobre el descenso.

Slanina, MVP

También respira el Real Madrid, aunque su enfermedad sea infinitamente más grave. Su triunfo añadido a la derrota del Estudiantes ante el Caja San Fernando allana su pase a la Copa, aunque sea como anfitrión. La crisis de resultados merengues terminó por explotar y el Leche Río Breogán pagó los platos rotos. Al final, 44 puntos de diferencia a favor del cuadro de un Maljkovic que se ganó la renovación y a buen seguro hubiera preferido ganar cuarenta y cuatro partidos por un punto.

Y si Maljkovic se ganó la renovación a pesar del bache de su equipo, Orenga no ha tenido la misma suerte. En Sevilla, Slanina, MVP de la jornada, con 32 puntos en su haber, se encargó de darle la puntilla al técnico colegial, destituido tras perder su equipo casi toda opción de estar en el torneo del ko.