Parto
Actualizado:No sé si Alastair, el hijo de Rod Stewart y Penny Lancaster, puede presumir de tener los papás con más sentido del humor del mundo o si más bien debería ir lamentando el par de insensatos que le han tocado por padres. Pero lo cierto es que la forma en que la pareja relata esta semana en ¿Hola! cómo llegó su bebé al mundo da que pensar.
Al parto sin dolor viene a sumarse ahora otra modalidad inexplorada: el parto sin pies ni cabeza; o el parto sin fundamento, como lo habría bautizado Arguiñano, en caso de ser ginecólogo.
Para empezar, la mujer de Rod, nada más romper aguas, en lugar de dirigirse a una clínica, se fue directa al taller de un escayolista para que le realizara un molde de la tripa que estaba a punto de perder. Eso es un antojo, y no lo de las fresas con nata. Una vez que fraguó el yeso, después de veinte minutos de espera, ya sí, en un arranque de lucidez, la pareja puso rumbo al hospital.
No quedó ahí la cosa. Penny está a favor del parto activo, consistente por lo visto en animar al bebé a venir al mundo con la ayuda de la fuerza de la gravedad; así que, en lugar de quedarse en la cama maldiciendo las contracciones, se fue a andar por el parque soltando alaridos, para pasmo de los que a esa hora hacían jogging.
Luego vino ya el parto acuático en sí, con sus velas, su piscina y los parientes alrededor dando ánimos o hablando por el móvil, que de todo había, mientras los médicos intentaban ver la cabeza del bebé, allá en las profundidades, con la ayuda de un espejo y una linterna.
Cuando por fin, tras muchas peripecias submarinas, nació la criatura, su padre le cantó Oh, Flower of Scotland. Pero yo creo que, con lo entrenado que venía, el niño habría agradecido más un chiste de Chiquito.