por no haber sido trasladado al juicio uno de los cuatro imputados

Suspendido el juicio contra los asesinos del director financiero de 'El Diario Vasco

La Fiscalía solicita penas de entre 56 y 36 años para los tres etarras acusados de matar a Santiago Oleaga el 24 de mayo de 2001

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La Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional ha suspendido hoy el juicio a los cuatro etarras que presuntamente asesinaron al director financiero de 'El Diario Vasco', Santiago Oleaga, porque uno de los imputados, Ibon Echezarreta, no fue trasladado al tribunal desde la prisión de Valdemoro (Madrid) por Instituciones Penitenciarias, y será pospuesto hasta el día 19 de enero.

Según fuentes jurídicas, la Audiencia envió un oficio a la cárcel en el que se hacía constar que los acusados, miembros del 'comando Erezuma', debían comparecer hoy y mañana en el tribunal para ser juzgados por el asesinato el 24 de mayo de 2001 de Oleaga, quien fue tiroteado cuando se disponía a cerrar su coche en un aparcamiento de San Sebastián.

El acusado que se enfrenta a una pena mayor es Luis Carrasco, ya que fue el autor material del homicidio y se le aplica la agravante de alevosía, porque disparó siete veces contra Oleaga. Para él se solicita un total de 56 años de prisión por los delitos de pertenencia a ETA, homicidio terrorista, tenencia ilícita de armas e incendio. Para Ibon Echezarreta el fiscal pide 51 años por los mismos delitos.

El Ministerio Público solicita 35 años de cárcel para Francisco Javier Makcazaga por pertenencia, homicidio, tenencia ilícita de armas y de explosivos y robo terrorista, y dos años de prisión y multa de diez meses a razón de cinco euros diarios para Orkarbi Jauregi, quien ya fue juzgada en otro procedimiento por los delitos que se imputan a su compañero, por lo que en esta ocasión sólo lo será por un delito de falsificación de placas de matrícula.

El escrito de calificación provisional del fiscal, que previsiblemente incluirá en su petición definitiva que se imponga a los acusados una orden de alejamiento de la familia de la víctima, explica que Echezarreta y Carrasco eran miembros de ETA desde 1995 y en mayo de 2001 estaban encuadrados en el 'comando Erezuma', en el que en marzo de 2000 se había integrado Makazaga.

Relato de los hechos

En mayo de 2001 los miembros del 'comando' recibieron la orden de la dirección etarra de asesinar a Santiago Oleaga. Para ello Carrasco y Echezarreta se dedicaron a seguir a la víctima para confirmar la información que habían recibido sobre él. Por su parte, Oskarbi Jauregi y Makazaga, que formaban un grupo especializado en sustracción de vehículos, robaron un coche en San Sebastián.

Jauregi lo llevó a un garaje que poseía en la localidad de Zaldibia y le cambió las placas de matrícula por unas falsas. Después se lo entregó a Makazaga, quien lo aparcó en un lugar convenido con Echezarreta y Carrasco para que éstos lo recogieran, lo que hicieron el 24 de mayo.

Después se dirigieron al aparcamiento Centro Matei, ubicado en el Paseo de los Pinos de San Sebastián, donde esperaron a que llegara Oleaga. Cuando lo vieron descender de su coche, Carrasco se le acercó por la espalda y le disparó siete tiros en la cabeza y el cuerpo que le produjeron la muerte en el acto. A continuación se dirigieron a la calle Lambarri, donde dejaron abandonado el vehículo con una carga de un kilo de dinamita reforzada con carga incendiaria.

Santiago Oleaga tenía 54 años, estaba casado y tenía un hijo de 21 años y una hija de 17 que dependían de él. El fiscal también pide que los acusados sean condenados a indemnizar con 150.000 euros a la viuda del director financiero y con 300.000 a cada uno de los hijos, así como a la propietaria del vehículo que los terroristas sustrajeron y a los dueños de las viviendas afectadas por la explosión.

Jauregi lo llevó a un garaje que poseía en la localidad de Zaldibia y le cambió las placas de matrícula por unas falsas. Después se lo entregó a Makazaga, quien lo aparcó en un lugar convenido con Echezarreta y Carrasco para que éstos lo recogieran, lo que hicieron el 24 de mayo.

Después se dirigieron al aparcamiento Centro Matei, ubicado en el Paseo de los Pinos de San Sebastián, donde esperaron a que llegara Oleaga. Cuando lo vieron descender de su coche, Carrasco se le acercó por la espalda y le disparó siete tiros en la cabeza y el cuerpo que le produjeron la muerte en el acto. A continuación se dirigieron a la calle Lambarri, donde dejaron abandonado el vehículo con una carga de un kilo de dinamita reforzada con carga incendiaria.

Santiago Oleaga tenía 54 años, estaba casado y tenía un hijo de 21 años y una hija de 17 que dependían de él. El fiscal también pide que los acusados sean condenados a indemnizar con 150.000 euros a la viuda del director financiero y con 300.000 a cada uno de los hijos, así como a la propietaria del vehículo que los terroristas sustrajeron y a los dueños de las viviendas afectadas por la explosión.