El caos de las rotondas en Jerez

Por favor, que alguien ponga orden en las rotondas de Jerez. No sabíamos circular y nos llovieron roscas con tres carriles.

Todos los gaditanos saben que la ciudad del caballo ha pasado a ser territorio libre de semáforos y prisionero del caos circulatorio. En horas punta, se vuelve especialmente peligroso conducir por las salidas del municipio. Cuando cierran los comercios del centro y se produce esa especie de toque de queda por el que los jerezanos abandonamos sus calles y huimos hacia los numerosos barrios de la ciudad, el colapso está asegurado.

La verdad es que este hecho no se puede achacar a la construcción de los mencionados elementos de circulación, sino a la propia incapacidad de los conductores. En una rotonda con tres carriles sólo se utiliza uno, el de fuera. Se producen numerosos atascos y peligrosos percances porque nadie se pone de acuerdo en la preferencia al salir o entrar del círculo.

Si usted conduce alguna vez por esta ciudad pecará de inocente, si para dar la vuelta entera a una de estas glorietas se sitúa en el carril interno. Estará perdido. Nadie le dejará salir y le garantizo un rato angustioso en la noria jerezana. Por eso, es recomendable que se mantenga en la vía exterior y que contribuya al embotellamiento. Si el lector de esta carta no acostumbra a circular por esta ciudad, haga la prueba, o mejor aún, plantee en una reunión el debate de las prioridades cuando se circula en una rotonda. No sé muy bien a quién pedir responsabilidades o quién debería ofrecer una solución, pero alguien debería aclararnos a todos cómo debemos comportarnos al volante de un coche.

Claudia García Martín. Jerez