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PAN Y CIRCO

Asunto de estado

KEKO RUIZ<br> <br>deportes@lavozdigital.com/
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Desde el incrédulo que se pregunta por qué no se pueden poner los reyes en plenas rebajas al iluso que sueña con seguir encendiendo su pitillo en el puesto de trabajo. Todos, absolutamente todos nos hemos sentido con el derecho a poner nuestro granito de arena en el debate estatal que se ha abierto con la marcha de Alonso a McLaren en 2007. Ya hace tiempo que todo lo que hace o dice el asturiano se ha convertido en comidilla de cualquier tertulia y hasta sus devaneos cual morfeo provocan sus más y sus menos. Pero la conclusión más gratificante -a la que uno personalmente llega- es que el movimiento sísmico que ha provocado en todos los estamentos el anuncio de su fichaje nos garantiza que Fernando va a estar luchando por la corona durante muchos años. Desde la etapa como novato en Minardi, pasando por su año sabático como tercer piloto de la escudería francesa, todo ha transcurrido a la misma velocidad con la que nos hemos dado cuenta de que estamos asisitiendo a un periodo de aprendizaje en el que los hitos se suceden con una facilidad asombrosa. Alonso es un elegido. Está llamado a hacer cosas tan grandes en la Fórmula 1 que ni el mismo ni sus más allegados ni los que tanto amamos esto sabemos a ciencia cierta dónde se encuentra su límite. Ron Dennis ha sido el primero en mover ficha. El patrón de una de las dos más grandes escuderías (la otra es Ferrari) quiere que el ovetense esté a los mandos de uno de sus monoplazas cuando alcance la madurez. Para ello ha soltado una pasta gansa que le ha convertido en el deportista mejor pagado en la historia de este país y de paso en el español más influyente en el deporte mundial con apenas 24 años. Ha hecho grande a Renault, que se le ha quedado pequeña, y el próximo año se sentará donde antes lo hicieran Emerson Fittipaldi, Hunt, Nikki Lauda, Alain Prost, Ayrton Senna y Hakkinen para que Michael Schumacher le vea desde el salón de su casa ganando más y más títulos. Vamos, que el muchacho se ha equivocado...