LA PREVIA DE MANOLO SANTANDER Un regalito

Espero y deseo que, a todos ustedes, los Reyes Magos les hayan traído y cumplido todos los sueños. ¿¿Cuidado!! No piensen que yo soy San Martín de Porres, y que me he ablandado. Es que es muy barato desearle lo mejor a los demás sin tener que poner nada de tu parte. Así son estas fiestas, ¿¿un engaño!! Nadie cambia al empezar un año nuevo, a nadie le importan los demás, y somos capaces de celebrar el nacimiento de alguien y dentro de tres meses su crucifixión. Ya lo sé, cojones, esto es filosofía barata, pero de mí tampoco se puede esperar más. Bueno, zapatero a tus zapatos (que conste que esto no es un comunicado político), que lo mío es contar tonterías, intentar arrancar de ustedes una sonrisa, que no es poco.

Esto lo estoy escribiendo mientras que espero que mis hijos se queden dormidos, para hacer el papel que más me gusta, el de Rey Mago. ¿¿Qué bonito!! Estoy más nervioso que ellos. Está claro que a mí también me caerá algún regalo, aunque parezca difícil hay gente que me quiere. Sin ser adivino, intuyo qué serán. Calzoncillos, calcetines, tarros de colonias que como son tres los reyes nunca se ponen de acuerdo y me los traen de tres marcas diferentes. Y, por supuesto, algo del Cádiz.

Puedo jurar, por mi vecino, que tengo desde llaveros hasta cosas que no tienen ni nombre que tienen grabado el escudo del Cádiz. Se agradece, de corazón. Pero el mejor regalo me lo hizo precisamente el Cádiz, el día cuatro, contra el Sevilla. En la primera parte. ¿¿Todo es posible!! De categoría. Me juego con ustedes doce pesetas que no bajamos, jugando así es imposible. Mi Cádiz, el que queremos.

Pero claro, esto dura muy poco y hoy toca contra el Getafe. No parece ni suena a un partido de Primera. A mí me recuerda a esos partidos escuchados por la radio, oyendo a Theo, en el campo de las Margaritas, en un partido que todo el mundo daba por ganado. Pues no nos engañemos, ¿¿esto es un regalito!! El Getafe, el Geta es un equipo que ni él mismo sabe cómo esta aquí ¿¿es un hueso!! Con unos colores, una forma de pensar y una afición que parece más que se va a enfrentar al Panadería Virgili, los tíos le complican la vida al más pintado. Nadie entiende por qué y cómo están donde están, pero ahí están. El Getafe, ¿¿qué tontería!! Pues no. Nos va a costar un huevo y parte del otro. No creo que ningún niño le haya pedido una camiseta a los Reyes del Getafe, pero qué importa. Es que hasta el presidente de este equipo se confiesa fanático de otro, del Real Madrid. ¿¿Increíble!! Y encima les ganan. Vamos, si un directivo del Cádiz dice que es de otro equipo, no sabría si cortarme las venas o dejármelas crecer. Pero ahí están. Va a ser difícil motivarse, nadie les va a pedir un autógrafo, pueden ir todos los futbolistas el domingo a la cervecería que nadie reconocería a ninguno, pero los notas tienen tela. No tienen nada que perder y mucho que ganar ¿¿UN REGALITO DE REYES!!

Pónganse ustedes en mi lugar. Tengo que escribir algo sobre este equipo, esta ciudad y que encaje, cuando yo creo que nadie en el mundo se ha ido de viaje de novios a Getafe. Pero bueno, yo tengo una carta escondida que ustedes no se esperaban. No hombre, no, en la Viña no existe nadie del Getafe. No, ya no se creerían ustedes nada de lo que cuento. Si usted busca la historia de esta ciudad resulta que una vez se volcó allí un camión de ladrillos y por no volver a cargarlos construyeron una ciudad, o lo que sea. ¿Entonces? ¿Cuál es la sorpresa? ¿¿Yo hice la mili en Getafe!! ¿Será posible? ¿¿Pues sí!!

Resulta que a mí me dieron una escopeta y yo no tenía cojones de darle a nada, entonces pensaron que lo mío eran los tanques ¿¿y ahí va el tío!! A un tanque. Yo, que me mareo en el tren de los escobazos, me meten en eso que era como una lata de atún de cinco kilos y que el abrefácil era el cañón, sin ruedas, sin frenos, sin radio ¿¿un rollazo!!

A mí que el uniforme no me caía precisamente como al de Oficial y Caballero, y que esto de defender España a tiros tampoco era lo mío, de buenas a primeras de Rambo. ¿¿Pa comerme!! Yo os puedo asegurar que ya ni me acordaba de ese capítulo de mi vida, donde por cierto estuve más tiempo en el calabozo que otra cosa. Pero es que ayer me llamó por teléfono un cabo chusquero que yo tenía, y que una vez me hizo de no castigarme porque me colé con la más grande del toreo y cantando el Vaporcito del Puerto, para rendir cuentas.

«Manolo, te acuerdas de mí». «Pues no». «Sí hombre, el cabo que te salvo de ir a prevención». «¿¿Ah, sí, el que tenía la cara como una papa vieja!! ¿Y qué quieres?». «Qué voy a querer, que pagues tu deuda, que gane el Getafe». «Mira pisha, eso no te lo crees tú ni harto de calimocho. De momento, yo ya estoy en la reserva y mi hijo no va a hacer la mili, por lo tanto los galones te los puedes ir metiendo por donde te quepa. Y resulta que como no le pongas al tanque unas gafas de buzo, un tubo y unas aletas, a ver cómo coño hunde un submarino. Así que lo siento, y si algún día juré todo por la patria, el amor al Cádiz es mucho más grande. Lo siento».