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Sociedad

Demuestran que las mujeres también dejaron sus huellas en cuevas rupestres

Un programa informático identifica manos femeninas estampadas en grutas de Borneo

EFE/PARÍS
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Las mujeres también dejaron las huellas de sus manos en las grutas rupestres, como demuestra un nuevo programa informático inspirado en el índice de Manning, según el etnoarqueólogo francés Jean-Michel Chazine, uno de sus creadores.

Aunque de manera implícita, los investigadores consideraban hasta ahora que las huellas de manos humanas prehistóricas descubiertas por todo el mundo eran sólo de varones.

El nuevo programa permite, en cambio, «estar seguros de que hay manos hechas por mujeres», recalcó Chazine, quien lo creó para el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) en colaboración con el informático y experto en prehistoria Arnaud Noury.

Para el CNRS, «en apenas un mes se ha franqueado un gran paso, que va sin duda a revolucionar la arqueología de la prehistoria» y abrir «a los investigadores del mundo entero un campo de interpretación todavía insospechado». «Antes se veía que había huellas prehistóricas de manos y se creía que quizá podía haber femeninas, pero implícitamente se pensaba que eran masculinas» y, de todas formas, «todos tranquilos porque no había ningún medio de contradecirse», resaltó Chazine.

Rompiendo esquemas

La certeza actual de que las huellas son de «hombres y/o mujeres es algo completamente nuevo, que introduce una cuarta dimensión en el espacio de las grutas», señaló. En su opinión, los investigadores tendían a excluir la idea de una participación femenina en los rituales terapeúticos, mágicos, religiosos, adivinatorios o iniciáticos que dejan presentir las pinturas rupestres, al abundar en ellas los signos de caza «y asociar la caza a actividades masculinas».

A modo de ejemplo, citó las grutas de pinturas rupestres del espacio franco-cantábrico, en el sur de Francia y el norte de España.

En Altamira (Cantabria) se descubrieron en 1878 las primeras huellas de manos rupestres, recordó, «muy interesado» en estudiarlas, aunque sin disponer todavía de fotos suficientemente netas y precisas.

El índice estadístico de Manning establece que la relación de longitud entre dos dedos de una mano permite diferenciar la identidad sexual de un individuo, pues desde los primeros meses de la vida fetal los estrógenos influyen en la formación del índice y la testosterona en la del anular.

Las primeras huellas analizadas por Chazine y Noury se encuentran en la gruta Gua Masri II, en el este de Borneo (Indonesia), que fueron descubiertas en el año 1994.