Diane Keaton se las hace pasar canutas a su futura nuera

¿Cuántas comedias arrancan con la presentación a la familia de la novia o el novio? Desde Adivina quién viene esta noche a Los padres de ella, el apuro que padece el recién llegado ha dado juego. Sobre todo si la familia en cuestión resulta tan poco convencional como los Stone, un adinerado y liberal matrimonio de la Costa Este americana, que vive junto a sus cuatro hijos en una de esas mansiones sacadas de una revista de decoración.

La joya de la familia altera sin demasiada imaginación la premisa tradicional. Aquí los raritos no son la familia, que resulta bohemia y encantadora, sino la prometida, una estirada y estresada pija que pasará las peores Navidades de su vida en casa de sus futuros suegros. Quién mejor que Sarah Jessica Parker, la Carrie de Sexo en Nueva York, para encarnar la sofisticación borde. De paso, la actriz retoma su carrera cinematográfica, que nunca brilló a la altura de su faceta televisiva.

Junto a ella, Diane Keaton se luce en la piel de una matriarca que lleva las riendas del hogar. La actriz protagoniza una escena de desnudo cuando su personaje ha sufrido una mastectomía. Es un detalle dramático en una cinta que quiere ir un poquito más allá que las comedias para parejitas al uso. Su director, Thomas Bezucha, ha tardado tres años en levantar un filme cuyo rodaje se canceló un par de veces por problemas económicos. Hasta cambió el título original, Hating Her (Odiándola).

«Los problemas que atenazan a las protagonistas femeninas de La joya de la familia son a ratos fascinantes y a ratos exasperantes», sentenció Manohla Dargis, la temible crítica de The New York Times.

«Salvo el personaje de la hija pequeña, todas las mujeres son unas pelmas, pero al menos son más divertidas de ver que los hombres, amables pero tontos, tontos, tontos». Más ácido se muestra Gene Seymour en Newsday, que achaca al filme falta de chicha.

«Todo en La joya de la familia resulta esquemático y prefabricado. Al director le ha salido una comedieta para las vacaciones decorativa y blanda, a la que le sobran unos cuantos minutos».