Un perturbado intenta volar su casa en Chiclana para vengarse de sus vecinos

Los vecinos de la calle Conil, en la ciudad de Chiclana, no se imaginaron nada bueno cuando en la madrugada del miércoles al jueves percibieron un fuerte olor a gas butano en la cercanía de sus viviendas. Y no sólo porque el aroma de este combustible fuera de la hornilla previene de la posibilidad de una explosión, sino porque en el inmueble de donde emanaba el olor vivía un vecino conocido en la zona por sus continuas excentricidades. La rápida intervención de la Policía Local que tuvo que forzar la entrada, confirmó las peores sospechas de los vecinos: E. F. V. había roto el tubo de la bombona y tenía, sobre una mesa, una libreta en la que había escrito el nombre de los vecinos a los que ya había amenazado.

Antes de entrar en el domicilio los agentes locales llamaron con insistencia a la puerta y, ante la ausencia de respuesta, solicitaron una orden de registro al juzgado, que les fue concedida sin demora dado el alto riesgo de explosión que existía -a pesar de que los vecinos ya fueron apercibidos del peligro-. Cuando entraron descubrieron en su interior al propietario de la vivienda, de 35 años de edad y con antecedentes por haber molestado a los vecinos, que añadieron que meses atrás ya había intentado tirarse por el balcón. Los policías condujeron al vecino, que tiene sus facultades psíquicas mermadas, hasta el cuartel de la Guardia Civil, cuyos agentes lo entregaron al Juzgado de instrucción número 4 de Chiclana, acusado de un delito de tentativa de homicidio.