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Adictas al 7 de enero

El delirio ante esta fecha no tiene edad, y muchas jóvenes aprovechan el día de fiesta para pasarlo en las rebajas

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Aunque son jóvenes, están bastante preparadas. Son lo que decía aquel anuncio unas chicas JASP, Jóvenes Aunque Sobradamente Preparadas. Y es que para soportar el primer día de rebajas desde las nueve de la mañana hasta última hora de la tarde, hay que estarlo.

Cristina Fernández y María Domínguez son dos chiclaneras que, a pesar de su juventud, a penas tienen 18 años, ya están curtidas en más de una batalla de estas. Para ellas es un ritual que viene de familia. «Llevamos yendo a las rebajas desde que tenemos edad y dinero para ir solas, aunque en mi caso tengo en mi madre a una gran mentora», resalta María.

Así, el protocolo a seguir mañana es el mismo de otros años. «Nos levantaremos muy pronto, cogeremos el coche y en veinte minutos llegaremos hasta Bahía Sur, esperando ser, como en otras ocasiones, las primeras», comenta Cristina.

Directas al grano

Una vez allí, la organización es clave, y por ello, hay que visitar el mayor número de tiendas en poco tiempo, ya que «las gangas se acaban pronto». Cristina y María tiene una preferencia, la ropa, y por ello «vamos directamente a Magno, Zara, Blanco, Bershka, etcétera».

El día 7 de enero no es un día más de compras, es algo casi mítico y saben que para chicas jóvenes como ellas, todos los euros que puedan ahorrar en una prenda son oro. «Para nosotras es un día donde tenemos la gran oportunidad de comprar cosas a menor precio, por lo que tenemos más posibilidades», destaca Cristina.

Además, este día es para ellas perfecto, al considerar que en otra fecha no podrían hacer el desembolso que realizarán mañana, y que el número de personas sería mucho mayor. «Para nosotras es mejor que sea el día después de Reyes, ya que tenemos el dinero que nos han regalado, que utilizamos para las rebajas. Además, hay muchos mayores que ya se han gastado el dinero en regalos».

Parece que una vez terminado de caminar Bahía Sur de un lado hacia otro una y otra vez, lo que a uno le apetece es quedarse una semana metido en la cama. Pero a María y a Cristina no les ocurre eso, y si no han conseguido sus presas, estas dos expertas en rebajas no dudan en dedicar otro día a sus compras. «Si no encontramos lo que buscamos en San Fernando, al día siguiente nos iremos a Cádiz. No pararemos hasta encontrarlo», rematan convencidas.