Morales asegura a las empresas españolas que «no tienen nada que temer» en Bolivia
Los empresarios, satisfechos con el mensaje tranquilizador del líder indígena El presidente electo deja España tras reunirse con Llamazares y sindicatos
Actualizado: GuardarEl presidente electo de Bolivia, Evo Morales, aprovechó las últimas horas de su visita a España para lanzar un mensaje tranquilizador a las empresas españolas con inversiones en su país. El ex dirigente 'cocalero', que tomará posesión de su cargo el próximo 22 de enero, afirmó ayer que los empresarios «no tienen nada que temer» de su futuro gobierno, aunque reiteró habrá «mano dura» con aquellas firmas que incumplan las leyes o evadan impuestos. Tras oír sus palabras, los empresarios españoles con intereses en el país andino se dieron por satisfechos.
Morales hizo estas manifestaciones tras reunirse en Madrid con el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, y con los líderes de UGT y CC. OO., Cándido Méndez y José María Fidalgo. Tras sus entrevistas, consideró que España «tiene la responsabilidad de invertir» en Bolivia para contribuir a las reformas sociales y educativas que desea poner en marcha.
El líder indígena aseguró estar «muy contento» con el trato que le dispensaron el Gobierno de Rodríguez Zapatero, los políticos, las instituciones y los empresarios y avanzó que los dos países tienen «mucho de que hablar».
Sin expropiaciones
Reiteró que su gabinete se reserva el derecho a la propiedad sobre el petróleo y el gas del país, pero sin expropiaciones. Buscará -afirmó- fórmulas para que las inversiones fomenten el desarrollo de las asociaciones productoras bolivianas y ayuden a paliar la desigualdad, que condena a emigrar a miles de personas. Se calcula que en España residen 120.000 bolivianos.
Respecto de la empresa petrolera Repsol-YPF, la principal inversora en el país, Morales señaló que no figura entre los «bandidos» que saquean el país a los que denunció en recientes declaraciones. El futuro presidente ya tuvo la oportunidad de tranquilizar a la dirección de la compañía en el almuerzo que mantuvo el miércoles con empresarios en la sede de la CEOE. A esa comida asistió el presidente de Repsol-YPF, Antoni Brufau, quien se sentó a la mesa entre Morales y su asesor económico, Carlos Villegas.
Los patronos salieron muy satisfechos de ese encuentro, explicaron fuentes presentes en el almuerzo. Este portavoz afirmó que los empresarios acudieron a la cita «con bastante miedo», un temor que se disipó tras apreciar que su interlocutor era un hombre «muy receptivo» y estaba dispuesto a escuchar. Morales, explicaron las fuentes consultadas, esbozó su programa de gobierno y sus planes de desarrollo, pero «sin presentarlos como incompatibles con la inversión privada y los intereses empresariales».
Llamazares sumó ayer su voz a esos mensajes tranquilizadores tras reunirse con el futuro gobernante andino en su hotel. El líder de IU aseguró que «las empresas españolas tienen un compromiso social con Latinoamérica y no tienen nada que temer si colaboran con el Gobierno boliviano». Consideró además que el Ejecutivo de España «debe cooperar y hacer que las empresas respeten la soberanía boliviana».
Ataque de la oposición
El PP, a su vez, aprovechó el anuncio del Gobierno de que condonará una parte «sustancial» de la deuda de Bolivia para atacar al Ejecutivo, al que acusó de «improvisación absoluta», pues el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, fue incapaz de concretar la cantidad perdonada. La secretaria ejecutiva de Política Social y Bienestar, Ana Pastor, lamentó que el gabinete de Zapatero «no sabe ni la cuantía» de la misma. La deuda de Bolivia con España es de 120 millones de dólares.
Morales abandonó España en un avión de línea regular que le llevó a Bruselas para entrevistarse con el responsable de política exterior europea, Javier Solana.