«Me costó adaptarme, pero por fin disfruté jugando con el Cádiz»

La noche soñada. ¿Qué partidazo! Fabián Larry Estoyanoff pudo por fin demostrar por qué un grande como el Valencia lo fichó y el Cádiz lo convirtió en el buque insignia de su nuevo proyecto. El uruguayo representó todo lo que ha necesitado el equipo amarillo en este primera vuelta liguera. Desborde continuo por banda, un centro como Dios manda y disparos lejanos que atraviesan el cielo como misiles Tomahawk.

El charrúa estaba ayer «muy contento por suerte» aunque torcía el gesto porque «pudimos haber ganado por más de 3-0 al Sevilla pero no supimos sentenciar. No obstante, en lo personal estoy satisfecho porque me salió todo rodado, la afición disfrutó y el equipo ganó».

Dio dos asistencias y media (el tercer gol fue casi suyo), fue el mejor del encuentro y volvió loco a David Castedo. Pero él se queda con otro hecho significativo. «Por fin me tocó jugar 90 minutos. Ya se estaba hablando demasiado de que era un jugador revolucionario, revulsivo, sólo para los segundos tiempos. He demostrado que puedo actuar el partido completo porque estoy bien físicamente. A mí me gusta jugar desde el arranque».

Después de cinco meses sin reencontrarse con su mejor juego, el diestro parece estar perfectamente adaptado al fútbol europeo. «Me ha costado por muchas razones. Primero, me he tenido que acostumbrar a a cancha porque aquí mojan mucho el césped (de ahí tantos resbalones al principio. También he mejorado mucho defensivamente gracias al míster y a mis compañeros, que me corrigen mucho en el campo. En Uruguay se defiende menos y yo bajaba trotando, pero ahora tengo que bajar picando porque hay que trabajar».

Una vez controlados estos principios del fútbol europeo, Estoyanoff logró ante el Sevilla lo que tanto ansiaba: divertirse. «Por fin disfruté jugando con el Cádiz, algo que hasta ahora no habia conseguido».

Dura competencia

Estoyanoff señala que «todos los días entreno con la ilusión de ser titular en Liga, que es lo más importante. La Copa es algo secundario». Eso sí, no cree que el granpartido del miércoles le asegure un puesto en el once amarillo del próximo domingo. «Enrique está en un gran momento. De todas formas, somos dos jugadores completamente diferentes aunque actuemos en el mismo puesto. Yo ya he jugado en la media punta, de delantero y por la izquierda, pero donde mejor me siento es en la banda derecha porque es mi posición natural».

Prefiere asistir a marcar

Todavía no ha marcado, pero declara que «es algo no me preocupa. De eso que se desesperen los nueves. Ante el Sevilla di dos asistencias y esa es mi característica. Festejo un pase como si fuera gol mío, incluso más. Nunca he sido un goleador. Como mucho marqué diez en una temporada».

Con lo que más ha disfrutado en estos meses que lleva en Cádiz es «con el cariño que me ha brindado la gente fanática. Ser uno de los que más camisetas vende sin apenas jugar me llena de orgullo. No tenía ninguna espina clavada porque sabía que cuando empezara a contar con más minutos demostraría mi juego al míster y a la gente».

De la Liga española le han sorprendido muchos jugadores desconocidos en su país pero «con una calidad enorme, como es el caso de Jesús Navas. Cuando lo vi quedé maravillado. Juega en l a misma posición que yo y por eso lo observo para aprender».

Sigue al Valencia, el equipo al que pertenece y al que llegará la próxima temporada. «Me quedaré con todo el cariño de la gente de Cádiz y me dolerá mucho mi marcha cuando me vaya. Pero prometo que volveré para ver a mis viejos amigos».