Castigo injusto, desproporcionado y represivo

Desde un punto de vista imparcial quiero demostrar mi más profunda indignación e impotencia ante la decisión que ha tomado unilateralmente el director gerente del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, Rafael Carnicero, al castigar con un año sin empleo y sueldo a José Martínez, que ocupa el cargo de presidente de la Junta de Personal y es delegado del sindicato mayoritario en dicho centro, Autonomía Obrera.

Asimismo, este señor ha impuesto seis meses sin empleo y sueldo a José Manuel Casas, miembro de la Junta de Personal y delegado de Autonomia Obrera. Otra de las personas castigadas es Pedro Ragel, con dos meses sin empleo y sueldo. Este hombre es delegado de la sección sindical de CGT. El señor Rafael Carnicero ha alegado supuestas faltas graves para tomar estas medidas, a saber:

1º.- Fijar carteles en lugares no autorizados.

2º.- Desconsideración hacia un superior, por llamar «represor nato» al director de Servicios Generales, tras sorprenderlo arrancando carteles que estaban en contra de la nueva y lamentable bolsa de contratación.

3º.- Desconsideración hacia un compañero, por llamar chivato al responsable de Securitas, que realizó un informe detallado de todos los asistentes a la concentración de protesta.

A continuación voy a exponer los motivos que justifican, según mi opinión, el título que le he puesto a esta carta:

Me parece un castigo injusto, por la parcialidad de la instructora que propone al gerente las sanciones (sin atender ni una de las alegaciones de los demandados).

Desproporcionado porque un año sin empleo y sueldo es igual a que una familia entera no coma, no tenga luz, no tenga agua y no tenga gas durante un año; y todo esto, muy lejos de la demagogia y muy cerca de la realidad.

Represivo, me parece que basta que juzguen ustedes mismos para que lleguen a esta conclusión.

Eduardo Cossi Magaña. Cádiz