Un Getafe gafado cae por la mínima en su feudo ante el Espanyol
Actualizado: GuardarEl Espanyol dio ayer un paso de gigante en el Coliseum Alfonso Pérez, en el partido de ida de los octavos de final de la Copa del Rey, para lograr su pase a la siguiente ronda de la competición ante un Getafe gafado, que llegó a fallar hasta dos penas máximas.
La primera parte no fue nada lógica. Por la posición en la tabla, en la que supera por seis puntos al conjunto barcelonés, por su interés declarado por llegar lejos en esta competición y por su condición de local, se esperaba a un Getafe fuerte, que manejara el esférico, que pusiera el fútbol, pero éste no llegó ni por un lado, ni por el otro.
El Espanyol hizo su juego, destruyendo el poco que intentó el Getafe. El centro del campo azulón no existió, más por acierto del Espanyol que por defecto del Getafe. Vivar Dorado no apareció en ningún momento y se echó de menos la consistencia y autoridad de Diego Rivas, al que Bernd Schuster dio hoy descanso.
Los de Miguel Angel Lotina se aprendieron a la perfección cómo parar a los madrileños y tuvieron la habilidad de manejar el ritmo del partido