La Policía gala busca una base operativa de ETA en el centro de Francia
Los dos últimos terroristas detenidos dejaron un rastro de utilitarios de gran capacidad abandonados y quemados para borrar huellas Las autoridades han hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana
Actualizado:Los servicios antiterroristas galos han constatado de un tiempo a esta parte una intensificación de la actividad clandestina de ETA en sus zonas de repliegue por la franja meridional de Francia. La detención hace una semana de Mikel Larrañaga Altuna (Zarautz, 1977) y de Arlantz Gisasola Olaeta (Gernika, 1977) ha revelado un frenético tráfico de vehículos utilitarios, con gran capacidad de carga, que eran abandonados y quemados para eliminar huellas en zonas boscosas a las pocas horas de ser robados en un área geográfica en torno a la ciudad de Poitiers.
La Policía gala ha lanzado un llamamiento a la colaboración ciudadana con la pretensión de localizar la base operativa que la logística etarra disimula en la región, según el convencimiento al que han llegado los investigadores.
Las primeras indagaciones policiales atribuyen a Mikel Larrañaga y Arlantz Gisasola funciones en el aparato robacoches, conocido en una época como Bamu o Bamukasi en clave interna, al servicio del entramado de logística operativa de ETA, también denominado Ataka. Gracias al concurso de los servicios de la Gendarmería, los especialistas de la Policía Judicial gala han podido reconstruir las andanzas más recientes del presunto tándem (bikote) de activistas por el centro de Francia.
En dos coches
El tour del dúo por el departamento de Vienne, teatro de sus últimas operaciones antes de ser detenidos el 28 de diciembre, comenzó aquella misma mañana del Día de los Inocentes. La pareja circulaba a bordo de dos vehículos diferentes: uno conducía un monovolumen Renault Scénic blanco robado unas semanas antes en Las Landas (suroeste de Francia) y el otro iba al volante de una furgoneta Citroën Berlingo verde, que había sido sustraída la víspera en la localidad de Saint-Vaury, en el vecino departamento de Creuse. El Scénic apareció incendiado en un bosque perteneciente al término municipal de La Chapelle-Moulière, que se encuentra a unos 15 kilómetros al nordeste de Poitiers.
El rastro de los presuntos activistas reapareció en el pueblo de Rouillé, a 30 kilómetros al suroeste de Poitiers, donde fue robado ese día un Citroën Xantia azul que a su vez fue abandonado quemado en un bosque de Vouillé, a una veintena de kilómetros al oeste de la citada ciudad. Ya juntos en la Berlingo verde, se cree que hurtaron una furgoneta del mismo modelo, pero gris, en la localidad de Mirebeau (distante 30 kilómetros al norte de Poitiers) y dieron fuego al otro utilitario en el bosque de Scevolles, una masa forestal cercana.
Interceptados
Al paso de la Berlingo gris por la localidad de Yzeures-sur- Creuse (situada a 66 kilómetros al nordeste de Poitiers) una patrulla de la Gendarmería observó que uno de los dos ocupantes del vehículo no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Sin obedecer las órdenes de parar, los fugitivos fueron finalmente interceptados al cabo de ocho kilómetros de huida en el casco urbano de Tournon Saint Pierre, en el departamento limítrofe de Indre y Loira. Dijeron a los gendarmes que eran militantes de ETA y se encerraron en un absoluto mutismo.
El rastro de cuatro utilitarios robados y tres abandonados -quemados para borrar huellas- en menos de 48 horas ha afianzado las sospechas policiales acerca de la existencia de una base operativa en estas comarcas del centro de Francia. Desde el año 2004 se han encontrado numerosos vehículos incendiados de forma intencionada en estas frondosas regiones poco pobladas, con especial incidencia en los bosques de Loches y Amboise.
Los servicios regionales de la Policía Judicial de Poitiers y Tours han solicitado la colaboración de los ciudadanos que hayan podido cruzarse con los detenidos o alquilarles alojamiento. A tal efecto, por orden judicial, las diferentes ediciones de los periódicos regionales La Nouvelle République du Centre Ouest y Centre Prese publicaron ayer sus retratos fotográficos acompañados de números telefónicos en los que facilitar informaciones de manera confidencial. Arlantz Gisasola y Mikel Larrañaga, encarcelados desde el sábado en las prisiones de Osny y Villepinte, respectivamente, no abrieron la boca en comisaría ni siquiera para alimentarse.