Propósitos del año que comienza

Todos los años lo mismo, cada 1 de enero comenzamos a enumerar un sinfín de nuevos propósitos para el año que empieza y que, como siempre, quedarán en agua de borrajas.

Las metas que cada uno se propone quedan en el ámbito privado y yo no soy nadie para hablar sobre ellas o criticarlas, pero las que fijan nuestros representantes políticos nos incumben e interesan a todos. Estoy más que harta de que estas personas, que se supone que trabajan para servirnos a todos, no hagan más que tirarse los trastos a la cabeza. Qué importan las necesidades de los ciudadanos, qué más dan sus quejas y peticiones, todas parecen caer en un saco roto como los propósitos de año nuevo. ¿Cuándo llegarán al poder personas capacitadas y que antepongan el bien común al personal? Espero que pronto, aunque creo que ya se me ha pasado la edad de seguir creyendo en los milagros navideños.

Clara Vázquez Montes. Cádiz