MUNDO

5 muertos y 20 desaparecidos al hundir la nieve un pabellón de hielo en Alemania

La falta de una grúa retrasó cuatro horas el inicio del rescate Tres personas son sepultadas por un alud en el mismo pueblo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La pequeña y turística localidad bávara de Bad Reichenhall, ubicada cerca de la frontera con Austria, vivió en la tarde de ayer una tragedia que nadie habría podido imaginar que pudiera ocurrir en Alemania. Unas cincuenta personas que patinaban sobre la pista de hielo de un estadio cubierto quedaron sepultadas cuando la techumbre del recinto se vino abajo por causa del peso de la nieve acumulada en el tejado.

El siniestro causó un número anoche aún indeterminado de victimas mortales, además de heridas de diferente gravedad a unas veinticinco personas. La Policía y la Cruz Roja confirmaron la localización de al menos cinco cadáveres, entre ellos el de un niño. Pero las mismas fuentes creían que un mínimo de veinte personas se encontraban bajo los escombros, sin conocerse su estado.

Los equipos de rescate tuvieron que esperar más de cuatro horas la llegada de una grúa gigante para poder comenzar a retirar los restos del techo y poder iniciar la búsqueda de las víctimas que se cree todavía permanecen en el interior del derruido recinto deportivo. «Nos tememos lo peor y creo que el número de muertos aumentará», dijo un portavoz de la Policía.

Anoche se estimaba que los trabajos de desescombro durarían durante toda la madrugada, a pesar de la participación de unos trescientos especialistas.

Nadie quiso especular sobre el origen del desastre y las causas que pudieron provocar el derrumbe del techo del estadio, una construcción de los años setenta que pertenecía a un complejo deportivo que incluye asimismo una piscina, canchas de tenis.

Cálculos de resistencia

De acuerdo a estrictas normas de seguridad, todos los edificios que se construyen en zonas donde suele nevar con intensidad deben someterse a cálculos de resistencia. El estadio deportivo de Bad Reichenhall cumplía estos requerimientos.

Pese a ello, la tragedia puede convertirse en un escándalo con connotaciones casi criminales si se confirman las denuncias de un canal de noticias, que reveló que un club local de hockey había cancelado por sorpresa sus entrenamientos después de recibir un aviso de las autoridades locales sobre el peligro de derrumbe del techo a causa de la enorme masa de nieve que se había acumulado.

«Nadie se preocupó de impedir la entrada del publico al edificio», dijo el entrenador del conjunto, citado por la agencia de prensa alemana DPA. La televisión bávara añadió, por su parte, que las autoridades locales estudiaban con anterioridad al accidente la posibilidad de renovar el edificio o derribarlo. La tragedia de ayer puso fin, de manera dramática, a la discusión.

La jornada negra de Bad Reichenhall se completó con una avalancha que sepultó a otras diez diez personas pertenecientes a un grupo de esquiadores locales que habían pasado el fin de año en un refugio alpino. Siete de ellas pudieron ser rescatadas, dos fallecieron bajo la nieve y otra más aún no ha sido localizada por los equipos.