«Desde hoy habrá colas interminables en los estancos»
Actualizado: GuardarFrenesí e incertidumbre. El sector tabaquero vive con gran agitación las últimas semanas y en el disparadero informativo por los efectos de la aplicación de la Ley del Tabaco. El presidente de los estanqueros de la provincia dice que, paradójicamente, se han convertido en transmisores de una legislación que les perjudica y que provocará «mucha alarma social y problemas». Aunque reconoce que bajará el consumo y podrán desaparecer negocios, la perspectiva a corto plazo no puede ser inmejorable: los estancos estarán más repletos que nunca por la ilegalización de otros puntos de venta.
-¿Cómo afectará la nueva normativa al mercado tabaquero de la provincia?
-Es difícil saber cómo afectará y aunque se habla de una disminución del 10%, primero habrá que ver cómo se cierra 2005. Con esta persecución, hay clientela que abandonará y las drásticas prohibiciones provocarán un descenso considerable del consumo. Llevamos muchos años viendo las orejas al lobo y ahora que lo tenemos encima, observaremos a muchos que no aguanten y tengan que cerrar. La clave será adaptar los comercios a través de la diversificación hacia mercados como la papelería o los artículos para el fumador.
-Pero, pese al cierre del círculo legal, el consumo ha aumentado en Cádiz en los últimos años. ¿A qué lo atribuye?
-Desgraciadamente, los problemas del paro y los bajos salarios de la provincia han hecho que el consumidor deje sus marcas tradicionales y esté acudiendo a los paquetes de bajo precio que han invadido el mercado. Es una contrasentido que el Gobierno apruebe una ley para reducir el consumo y una moratoria que prohíbe las cajetillas de diez cigarros y no haya frenado las marcas baratas que hacen que más jóvenes estén accediendo al tabaco. Hay quince marcas distintas y son cajetillas de veinte cigarros que valen entre 1,1 y 1,5 euros, lo mismo o menos que las de diez.
-¿Cuáles serán los efectos de la aplicación de la ley?
-Creo que creará mucha alarma social y muchos problemas, pero habrá que cumplirla por el bien de todos.
-¿Tienen alguna compensación o beneficio?
-No, sólo la imposibilidad de vender en quioscos y grandes superficies ha hecho que desde del 1 de enero haya unas colas interminables en los estancos.
-¿Cómo reaccionarán la hostelería, su principal cliente junto a las gasolineras?
-Estamos informando a muchos hosteleros y clientes porque no tienen ni idea de las obligaciones de la ley. Los restaurantes, sobre todo los de más de 100 metros cuadrados, lo tienen bastante difícil porque, además de los espacios cerrados, sólo podrán vender en máquinas automáticas con dispositivos de mando a distancia para controlar que no compre ningún menor... y con un mostrador lleno es muy complicado. Están muy disgustados y dicen que si van a tener dificultades y problemas con denuncias y multas que son de muy alto nivel económico, que declaran el bar como zona libre de humos y dejan de vender tabaco.