Una noche tranquila

Si hay algo que temen especialmente aquellos que tienen que servir a los demas en las noches festivas son, sin duda, los excesos que se cometen y que terminan provocando consecuencias. Visto los precedentes había el lógico temor antes de la Nochevieja porque la algarabía siempre lleva consigo algunos desórdenes públicos. Sin embargo, la primera noche de 2006 no será recordada especialmente por los incidentes que se produjeron en las calles. Las zonas de movida de las principales localidades de la provincia pasaron una madrugada relativamente tranquila y los que quisieron divertirse pudieron hacerlo sin que se produjeran altercados de consideración. Si aplicamos aquello de Año nuevo vida nueva, la primera velada de 2006 debía de marcar un precedente para los 364 días restantes.