La Nochevieja propicia nuevos incidentes en el extrarradio de París

La pasada Nochevieja se cerró con más automóviles incendiados que en años anteriores en Francia, con 425 vehículos destruidos, según el recuento policial, lejos, no obstante, de las cifras que se alcanzaron en el momento álgido de los disturbios del pasado otoño.

El director general de la Policía nacional, Michel Gaudin, fue el encargado de presentar ayer las cifras de la noche anterior, que muestran que en la pasada Nochevieja hubo casi un centenar más de automóviles quemados que los 333 contabilizados en la Nochevieja de 2004. Sin embargo, Gaudin minimizó los incidentes.

Sin embargo, los 425 están sustancialmente por debajo de los más de 1.000 coches que fueron pasto de las llamas en alguna noche de los graves disturbios registrados en Francia a finales de octubre y comienzos de noviembre pasados.

Gaudin destacó la gran dispersión de los incendios de la pasada noche, que ocurrieron en 267 municipios, frente a los 132 de la Nochevieja precedente, y en 53 departamentos del país, que cuenta con un centenar.

«La confianza se ha restablecido, aunque deploremos una vez más esta práctica lamentable e inaceptable de los incendios de vehículos», declaró Gaudin, en declaraciones emitidas por la cadena de televisión LCI.

«Algunos podían temer un relanzamiento de las violencias urbanas. Creo que no ha habido nada de eso sobre todo porque durante la noche no hubo enfrentamientos entre bandas y las fuerzas policiales».

Los incidentes en Ile-de-France volvieron a registrarse sobre todo en los departamentos limítrofes con París, por ejemplo en en Seine-Saint-Denis, donde se iniciaron los grandes disturbios de finales de octubre y comienzos de noviembre, en los que ardieron más de 9.000 vehículos en total.

Las celebraciones del cambio de año en el país galo se desarrollaron bajo el estado de emergencia decretado el pasado 8 de noviembre en el momento álgido de la revuelta, y que en principio se prolongará hasta el próximo 21 de febrero.

25.000 agentes

Unos 25.000 agentes de las fuerzas del orden de todo el país -un 10% del total- estuvieron movilizados en todo el país.

El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, quiso mostrar el estado de alerta desplazándose de madrugada a una de las ciudades de la periferia de París donde en otoño se produjeron importantes disturbios, Evry, donde incluso se subió a un helicóptero de los encargados de vigilar a grupos de potenciales autores de altercados.

En Alsacia, y en particular en Estrasburgo, donde la quema de coches en Nochevieja se había convertido casi en una tradición, la noche fue «tranquila», según una primera valoración de las autoridades.

En París, los festejos en la calle volvieron a celebrarse sobre todo en algunas avenidas del centro, y muy en especial en los Campos Elíseos, a los que acudieron unas 500.000 personas, según los cálculos policiales.