CÁDIZ

Más de 650 personas están a la espera de un abono en los aparcamientos del casco antiguo

Los futuros clientes pueden estar hasta dos años y medio aguardando una plaza El 'parking' de San Antonio es el de mayor demanda, con 350 interesados en la cola, mientras que el recién inaugurado bajo el Club de Tenis aún tiene vacantes

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Encontrar un lugar en el que estacionar comienza a resultar bastante difícil en la ciudad, no sólo en la vía pública sino también en los aparcamientos de intramuros, sobre todo cuando se quiere aparcar siendo abonado.

El alto número de vehículos censados en la capital, cifrado en 46.000 coches, así como la entrada a diario de otros 50.000 por razones de trabajo, copan la mayoría de las vacantes de los aparcamientos de Cádiz.

En este sentido, la gran mayoría de los garajes públicos o privados cuentan con una llamativa lista de espera. La demanda de los abonos mensuales, que garanticen a los conductores de un lugar habilitado y vigilado donde dejar su vehículo durante en horario nocturno, diurno, comercial o las 24 horas del día, es una tónica habitual en casi todas las empresas que se dedican a este negocio en el casco antiguo.

Cupos

El aparcamiento de mayor demanda en el casco antiguo es el de la plaza de San Antonio.

Hasta las oficinas de Interparking Hispania, S.A, acuden diariamente numerosas personas en busca de una plaza segura en la que aparcar. No obstante, una vez que llegan se encuentran con la sorprendente noticia de que existen alrededor de 350 personas esperando por delante de ellos en la lista. El primero de este grupo, que a su vez será el siguiente en cubrir la próxima baja del garaje, se inscribió hace dos años. No obstante, frente a la larga espera de este parking está la posibilidad de adquirir frecuentemente algún abono dependiendo del cupo, sobre todo de nocturnidad, en el de Canalejas, que pertenece a la misma empresa.

El de Valcárcel, con 1.000 plazas y 125 abonados, es otro de los aparcamientos más solicitados, «sobre todo en invierno con los universitarios y en verano por la playa y el pescaíto frito de La Viña», explica uno de los empleados. El parking de Santa Bárbara y el de la calle Beato Diego cuentan con 80 y 60 clientes potenciales en cola respectivamente, con la característica de que en el segundo de ellos todos los usuarios están abonados.Uno de los encargados de dicho parking asegura que «hay poco movimiento en las bajas pero cuando se producen el que va a dejar la plaza casi siempre trae a alguien de la mano».

Para evitar largas colas, el aparcamiento Las Calesas sólo inscribe en la lista a unas diez personas. El Campo del Sur y Santa Catalina suelen ser muy demandados también, aunque sólo se destina un tercio de sus plazas para abonados para garantizar que los vehículos que entran en el casco antiguo puedan estacionar.

El que por el momento parece menos saturado y, por tanto, ofrece vías de esperanza para muchos conductores, es el que se encuentra bajo las instalaciones del Club de Tenis, ya que se inauguró hace unos meses, si bien a día de hoy 73 plazas de las 400 disponibles están siendo ocupadas por abonados.