gota a gota
«La calle Sierpes ya es inviable para la Semana Santa; es un contrasentido»
Jesús Creagh, autor del proyecto de reforma de la carrera oficial
A Jesús Creagh le encargaron redactar un estudio sobre una nueva carrera oficial a mediados de los años ochenta cuando pertenecía al Consejo liderado por José Carlos Campos Camacho. Entonces, con unas cifras de nazarenos que en algunos casos eran la mitad de las de ahora ya se percibía un cierto agotamiento del recorrido oficial de las hermandades. «En 1985 - dice Creagh- no se planteaban los problemas de ahora pero si se intuían. Cuando termino nuestro Consejo y llegó el siguiente el estudio no se tuvo en consideración. Lo conoció Antonio Ríos, que estuvo en mi despacho pero lo vio tan novedoso que no se atrevió a afrontarlo. Lo mismo pasó con Manuel Román. Con Adolfo Arenas hasta se llegó a hacer la planimetría y en tiempos de Joaquín Sainz de la Maza llegué a exponerlo en la sede de la institución. Todos me felicitaron por la eficacia de las soluciones propuestas.»
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El «Proyecto Creagh» o «Proyecto Villasís» plantea una carrera oficial parecida a la actual pero alterando el marco. El origen estaría en la Plaza de Villasís aunque en las revisiones que hace el autor sobre su proyecto ofrece también alternativas. «El primer referente de inicio -asegura- era Villasis, el segundo Santa María de Gracia y otro la Plaza del Duque. Si creamos un eje norte sur en la calle Tetuán vemos que del este llegan 40 hermandades y del oeste, 20. Si cabe la posibilidad de hacer una mejora, habría que primar a esas 40 sobre las 20 que ahora entran directamente en la carrera mientras que hay 40 que ahora tienen que dar el rodeo» El recorrido continuaría por la calle Tetuán «Ha habido Consejos que no tuvieron el proyecto en consideración porque su idea era mantener a toda costa la calle Sierpes. Pero la calle Sierpes es inviable. Es un contrasentido que sea un lugar de tránsito de las cofradías y ahora se está demostrando que no con la retirada de 1000 abonos más. Se ha quedado en una calle en la que cabe apenas una fila de sillas» El itinerario de este proyecto sigue por la Plaza Nueva donde se plantea la colocación de los palcos. «Se colocarían así en la fachada principal del Ayuntamiento -comenta Creagh- y no en la trasera. De 1143 pasarían a 1200, todos accesibles y con la gente sentada mirando a los cortejos y no en dirección contraria como ahora.» Una de las alternativas de este plan es también la de prolongar la carrera oficial hasta la Puerta del Príncipe para lo cual hará falta mover la tumba de Colón.
«La instalación de Colón es relativamente reciente. Si se pudiese mover un metro hacia adelante, el 100 % de los pasos entrarían. Ahora son 3 o 4 los que no caben y en estos casos podrían seguir entrando por San Miguel. Yo planteo la creación de otra tribuna de palcos para las hermandades en esta zona y otra en la Plaza de la Virgen de los Reyes con un baldaquino desde el que el Arzobispo despidiera a las cofradías.» Creagh también piensa que con su proyecto se puede redefinir el papel de la Catedral. «Hay que convertirla en el centro espiritual y no en el lugar al que se va a fumar, orinar o tomar el bocadillo, porque esto es un contrasentido. El proyecto contempla dos zonas de servicios en la calle Alemanes y en la Plaza del Triunfo donde también se podían instalar parcelas de sillas a bajo precio. Con esta carrera oficial las cofradías obtendrían un 60 % más de ingresos por subvención»
El autor del plan de reforma considera que el de ahora es el mejor momento para plantear un cambio porque se van a tener que poner en marcha, como en otros eventos, una serie de medidas de prevención de los contagios. Asegura Creagh que «se tendría que sectorizar mucho más todas las parcelas que existen. Por poner un ejemplo, la que está frente al palquillo de la Campana tiene 1632 sillas y como acceso solo un pasillo de apenas 90 centímetros. Es una locura dejar esto así además de que no sería viable en el momento actual del Covid. Toda la carrera debe tener un trazado paralelo para el tránsito del publico»
¿Y por qué ningún Consejo ha acometido de manera firme un cambio? «Porque es mucho más cómodo no hacer nada-insiste Creagh. Frente a los temores de algunos, con este proyecto ninguna hermandad tendría que cambiar ni de día ni de orden. Solo cambia el marco, pero en el Consejo no se han atrevido. Es difícil afrontarlo pero ya que no existe más remedio, estos dos años hubieran venido muy bien para hacer un análisis de la situación y plantear los cambios de manera escalonada.»
Pero además de éste, otro proyecto revolucionario de Creagh es la creación de una carrera oficial para las glorias. «Que el dinero de estas hermandades dependan de la buena voluntad de las penitencias no debe ser. Las glorias tienen capacidad para generar sus propios ingresos con una carrera oficial durante dos fines de semana en mayo y dos en octubre. Además de la subvención se solucinaría el tema de los cortes de tráfico constantes que tienen que aplicarse para las salidas de estos cortejos. Cada día cabrían entre 6 y 8 hermandades.»