Música procesional

La marcha de cornetas y tambores dedicada al Cristo de Burgos que nunca llegó a estrenarse

El crucificado de Juan Bautista Vázquez el Viejo fue acompañado tanto por bandas de música como de cornetas de forma habitual hasta 1948

El Cristo de Burgos aprueba la salida extraordinaria del crucificado

El Cristo de Burgos saliendo de San Pedro José Galiana

Pepe Trashorras

Sevilla

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El Cristo de Burgos, que el próximo año cumple 450 de su hechura, sale a las calles del centro de Sevilla cada Miércoles Santo con el único acompañamiento musical de un trío de capilla. Sin embargo, y aunque es una escena clásica que lleva dándose hace muchas décadas, no fue siempre así. El mundo de las bandas no es ajeno a la portentosa talla de Juan Bautista Vázquez el Viejo. Además, la corporación de San Pedro cuenta en su patrimonio con varias composiciones para plantilla completa dedicadas a su titular (José Albero, Juan Velázquez), e incluso dispone de una partitura para banda de cornetas y tambores compuesta hace más de 90 años.

La única hermandad de negro del Miércoles Santo anunció en febrero de 2021 el descubrimiento de una antigua marcha dedicada a su titular cristífero. Dicho hallazgo se debe a una importante donación de documentos históricos realizada por los descendientes de Francisco Abaurrea Álvarez-Ossorio, hermano mayor de la corporación entre 1942 y 1947.

Entre los archivos llamó particularmente la atención la partitura de una marcha de cornetas y tambores fechada en el año 1931, por lo que se trata de una de las más antiguas dentro del género. Como era habitual dentro del mismo durante aquella época, se trataba de una marcha «de carácter militar con acusada sencillez y brevedad», como recoge la hermandad en el comunicado en el que dio conocimiento de su existencia al público general.

El crucificado llevaba música en aquel tiempo

La obra aparece dedicada al Santísimo Cristo de Burgos y firmada por Joaquín García, suboficial maestro de la Banda del Regimiento de Infantería de Soria nº 9, «no teniendo la hermandad constancia de la obra» hasta el momento de la donación de las partituras. La dedicatoria expresa constituye todo un hito, pues podría tratarse de la primera composición de cornetas y tambores propia de un titular sevillano en una época en la que la mayoría de marchas que se conservan pertenecen a imágenes malagueñas, donde el género nació y despuntó antes que en ningún otro lugar. Todo ello, no obstante, en un contexto aún bastante lejano del que se impondría años más tarde.

Partitura de la marcha dedicada al crucificado Hermandad

La del Soria 9, por otro lado, era la formación musical que por aquella época acompañaba al crucificado, que llevó banda detrás de su paso de forma regular hasta 1948, tanto cuando la hermandad sacaba a la calle el calvario con Madre de Dios de la Palma, San Juan y la Magdalena, como cuando pasó a procesionar con el Cristo solo y la Virgen bajo palio a partir de 1928. Así, tanto la Cruz Roja como la banda municipal o el Soria 9, entre otras bandas tanto de plantilla completa como de cornetas y tambores han puesto sus sones tras el paso del Señor, tal y como recoge José Manuel Castroviejo en su libro 'De bandas y repertorios. La música procesional en Sevilla desde el siglo XIX'.

Una obra que jamás llegó a sonar

A pesar de ello, esta marcha de cornetas y tambores no llegó a estrenarse detrás de la imagen por varios motivos. En primer lugar, el documento de 'Al Santísimo Cristo de Burgos' aparece fechado en la propia partitura el 22 de marzo de 1931, Domingo de Pasión. Aunque el Soria 9 recibió el encargo de interpretarla en la inminente Semana Santa de aquel año, es posible que el director de la banda se negase a hacerlo por el escasísimo tiempo disponible para montarla y prepararla.

En aquella época, el número de componentes de las formaciones musicales como esa era mucho más reducido que el actual, al igual que los conocimientos de sus miembros, que tocaban de oído, sin partituras y aprendiendo las marchas basándose en la repetición una y otra vez de las — por entonces considerablemente más sencillas — obras.

También debe tenerse en cuenta que unas semanas después de la entrega de la marcha se proclamó la Segunda República Española. Esto provocó que todas las hermandades hispalenses salvo una (la Estrella) decidieran boicotear al republicano gobierno municipal quedándose sin salir en la Semana Santa de 1932. En este panorama político, la cofradía del Cristo de Burgos, como muchas otras, no volvió a realizar estación de penitencia hasta el año 1935, momento para el cual la marcha de cornetas y tambores compuesta cuatro años antes habría caído más que probablemente en el olvido.

En 2021, tras semejante hallazgo, la hermandad anunció de manera conjunta con la banda del Maestro Tejera la recuperación de esta marcha en un concierto extraordinario previsto para el Sábado de Pasión de aquel año, el 27 de marzo. Para la ocasión, la emblemática formación se convertiría por un día en banda de cornetas y tambores. El acto, sin embargo, quedó aplazado sine die al no poder adecuarse a las medidas preventivas contra el coronavirus recogidas en aquel momento, de forma que 'Al Santísimo Cristo de Burgos' ha continuado inédita hasta nuestros días.

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