Entrevista
José Luis Aldea: «Con los 50 años del incendio se cierra un capítulo y se abre otro en el libro de historia del Cachorro»
A la espera de que le autoricen a la hermandad una salida extraordinaria de la Virgen en noviembre, analiza los hitos que ha vivido la cofradía en 2023: el vía crucis, el Santo Entierro y el cambio de banda
El Cachorro irá con banda de música en la Semana Santa de 2024
Sábado de Pasión en Sevilla, en directo

Por el Patrocinio se recordará para siempre este 2023 como el año en que el Cachorro salió tres veces en 41 días. Para sus hermanos esta fue «una Cuaresma agotadora, física y psicológicamente», como confiesa el hombre que rige los destinos de la corporación trianera. ... La conmemoración del cincuentenario del fatídico incendio del año 1973, unida a la participación del Cachorro en la procesión del Santo Entierro Grande, han convertido a la hermandad de la calle Castilla en protagonista de las estampas más singulares y de los momentos más irrepetibles del calendario cofradiero en curso. Para la segunda parte del año la celebración se articulará en torno a la advocación de la Virgen, Patrocinio, cuya imagen primitiva, la titular original gloriosa, fue la que terminó dando nombre a aquella zona de Sevilla.
-¿Ha bajado ya de la nube?
-Pues la verdad es que llevamos unas semanas disfrutando del recuerdo de una Cuaresma que para nosotros ha sido intensísima, y a la vez afortunadísima, puesto que hemos podido llevar a cabo todo lo que habíamos pensado. Y algunas de las decisiones que tomamos con respecto a alguna de nuestras salidas creo que han maravillado a toda la ciudad. Todo lo que nos llega son parabienes y felicitaciones. Estamos muy contentos.
-¿Ni en los mejores sueños podrían haber imaginado una conmemoración tan redonda?
-Lo cierto es que sí, comenzando por el Viacrucis extraordinario del primer domingo de Cuaresma, que resultó maravilloso y que nos dejó un extraordinario sabor de boca; luego viviendo un Viernes Santo fantástico y finalizando con un Sábado Santo que ha quedado para el recuerdo.
-Para los anales de la ciudad…
-Yo no puedo ser objetivo. Ha sido una cosa que los que hemos tenido la suerte de ir todo el recorrido delante… Yo ya tengo 52 años y no he vivido nada similar. Quizás momentos fugaces de Semana Santa, pero algo tan impactante, de manera tan continuada y que tú notas que lo está viviendo todo el colectivo que rodea a lo que allí está pasando… Ha sido una cosa de impacto.
-¿Qué estampas se le han quedado grabadas de estas tres salidas del Cachorro?
-Comenzando con el Viacrucis. Es verdad que cuando se mueve al Cristo siempre hay muchísima gente, pero me impactó muchísimo la multitud, la marea humana que había a la salida y, sobre todo, el clima de oración y recogimiento con que se llevó a cabo todo el Viacrucis. Era impactante el Altozano de vuelta. Todo el Altozano estaba en silencio y sólo se oía el murmullo de la oración de la estación correspondiente. Luego hemos vivido un Viernes Santo magnífico. Normalmente el hermano mayor va en la presidencia del Cristo, pero la mitad del recorrido lo hice con la Virgen como una manera de tener un guiño a nuestra Dolorosa en este año tan simbólico para nosotros. Y luego el Sábado Santo, buff… Nosotros estamos acostumbrados a oír la marcha 'Saeta sevillana' todos los años a la salida, pero cuando empezó a sonar ya la segunda marcha, 'Virgen del Patrocinio', y vi que aquello era impresionante y funcionaba, y que el Cristo andaba como pocas veces ha andado, ya luego todo el resto del recorrido iba como en una nube.
-El 26 de febrero de 1973, el día del incendio, usted tenía dos añitos. Lógicamente no conserva ningún recuerdo de aquel suceso…
-En absoluto. Sólo tengo vagos recuerdos que uno no sabe muy bien si se mezclan con las fotografías que uno tiene en la memoria.
-¿Aquel día cambió para siempre la historia de la hermandad?
-Creo que sí. De un suceso tan trágico y que conmocionó hondamente tanto a la hermandad como a toda la ciudad, de ahí salió una hermandad nueva. Y yo me atrevería a decir que, coincidiendo con este cincuentenario, parece como si la hermandad estuviera sufriendo un zamarreón. Estas efemérides muchas veces sirven para dar un nuevo giro a las instituciones. Y creo que en cierta manera con esta conmemoración se cierra un capítulo y se empieza a escribir otro en el libro de la historia de la hermandad.
-¿La hermandad ha cerrado ya aquella herida?
-Yo creo que sí, que está prácticamente cerrada, excepto en algunos hermanos ya de edad avanzada. Yo mismo, con la edad que tengo, no lo viví. Tenía 2 años y en mi recuerdo no está. Entre los compañeros míos de la junta, algunos tenían 6,7 u 8 años. Incluso para los hermanos de sesenta y pocos años, su Virgen es la actual. La otra, la Señorita de Triana, puede que la tengan en el recuerdo. Y para todas las nuevas generaciones que vienen detrás, hablarles del incendio es como contarles una historia del pasado que no han vivido. Por eso la celebración de estos 50 años ha estado enfocada tanto a conmemorar lo que pasó, para aquellos hermanos que aún se acuerdan de aquello, como para que los nuevos hermanos que no tienen ni idea de lo que pasó conozcan de dónde venimos, las cosas que pasaron y que en cierta medida han hecho que seamos los que somos.
-¿El poso que había hasta ahora en la hermandad de aquel suceso era agridulce?
-Aquello fue traumático, pero pongo de ejemplo que en mi casa nunca se habló de este tema. Jamás le oí a mi padre que había habido un incendio. Creo que es como cuando los padres nos ocultan determinadas cosas para quizás protegernos. En mis recuerdos eso no existió nunca. Y excepto contadas personas que vivieron aquello muy en primera persona, creo que, a pesar de que fue una desgracia y desafortunadamente se perdió a la Virgen, pesa más el hecho de que el Cristo en apenas tres meses estaba de nuevo entre nosotros y en un estado de salud como llevaba siglos sin estar. La hermandad tiró para adelante y pasó página bastante rápidamente.
«Cuando sonó 'Pasa la Virgen Macarena' tras el Cachorro la gente lloraba de emoción. El repertorio para el Viernes Santo será similar, de marchas clásicas»
-Volvamos al Sábado Santo. Una de las estampas más singulares de esta Semana Santa ha sido el encuentro en la Capilla del Museo de los dos Cristos expirantes de Sevilla. ¿Cómo se gestó ese frente a frente?
-Yo me figuraba que la hermandad del Museo iba a sacar su representación, como hicieron las del resto de la calle. Francamente, la iniciativa se gestó el Lunes Santo, cuando giramos la visita protocolaria al Museo el día de su salida. Yo me encontraba hablando con Juan Toro, el hermano mayor, y fue el prioste del Museo el que empujó a Juan a contárnoslo. «Venga, Juan, díselo». Allí nos lo plantearon. A priori les dije que la idea me encantaba, pero que tenía que hablar con nuestra diputada mayor de gobierno para ajustar los horarios y ver si podíamos llevarla a cabo. Afortunadamente pudimos hacer realidad ese encuentro, que se convirtió en uno de los momentos más emotivos que vivimos aquel día.
-Para el recuerdo de esa jornada quedó también contemplar al Cristo del Cachorro a los sones de una banda de música. ¿Lo tuvieron claro desde un primer momento?
-Desde el primer instante. El día que Fermín, el hermano mayor del Santo Entierro, habló conmigo para proponerme la presencia del Cachorro en la procesión magna ya le advertí de que, en caso de que los priostes vieran viable nuestra participación, allí estaríamos… pero con banda de música.
-¿Y por qué razón lo tenían tan claro?
-Porque la gente que vivió en el año 82 la vuelta del Cristo desde la Catedral con la banda de Soria 9 en su procesión extraordinaria de regreso a la Capilla con motivo del tercer centenario de su hechura siempre guarda un extraordinario recuerdo de aquella jornada. A nivel de conversaciones informales son muchos los hermanos que te llegan y te dicen lo bonito y lo impresionante que estaría el Cristo con una banda de música. Cuando Fermín me planteó la invitación, yo vi la ocasión perfecta para rescatar ese acompañamiento musical.
-A la vista de tan extraordinario resultado, la hermandad se ha decidido por cambiar el estilo musical para el paso de Cristo en su salida del Viernes Santo. Una decisión delicada pero que se ha adoptado de forma unánime en el seno de la junta y con suma rapidez…
-Lo cierto es que sí. La salida del Sábado Santo supuso una prueba de fuego que sorprendió infinitamente a Sevilla y a la mayoría de la hermandad. A raíz de ello hubo muchísimos hermanos que sugirieron replantear el acompañamiento musical. Yo lo hablé con muchísimas personas de la hermandad. La junta consultiva también dio el visto bueno. Y la junta de gobierno decidió por unanimidad en un cabildo de oficiales iniciar los trámites encaminados a este cambio de estilo. A partir de ahí ha sido necesario componer un puzzle para que todo cuadrara. No ha sido fácil.
-Han cambiado un estilo musical que perduraba durante muchísimos años. ¿Se puede hablar de una decisión valiente?
-También hubo un momento de la historia en que prácticamente el cambio fue a la inversa, porque había muchísimos pasos que procesionaban con banda de música y luego se instauró, por muchísimas razones, la banda de cornetas. En estas cosas cuando uno ve un respaldo tan grande por parte de una inmensa masa social… Aunque es cierto que siempre habrá personas que no le gusten. Unanimidad en todo no existe, máxime cuando son hermandades tan grandes y de tantísimos hermanos.
-Hay quien considera que este tipo de acompañamiento está más indicado para ocasiones excepcionales…
-Sin desmerecer en absoluto lo que nuestra hermandad ha hecho en tantísimos años hacia atrás, creo que las hermandades a lo largo de la historia todas han sido valientes a la hora de tomar decisiones. Creo que la junta de gobierno está para tomar decisiones con el convencimiento de que son buenas para la hermandad.
-Sevilla es muy novelera. ¿No teme que dentro de diez años los mismos que hoy han sugerido este cambio musical empiecen a decir que se echa de menos las cornetas tras el Cristo del Zurraque?
-Futurólogo no soy. Un cambio musical de este tipo necesita un tiempo para que se implante. El futuro nadie lo puede prever. En todo caso, lo que sí me gustaría es que si el día de mañana hay una junta que en todo su derecho decida actuar en otro sentido, pues que lo haga con el consenso necesario y sobre todo con el mismo respeto que merecen estas decisiones.
-¿El repertorio, en todo caso, será similar al que escuchamos el pasado Sábado Santo?
-Sí, sí, sin duda. Eso es irrenunciable.
-¡Porque vaya repertorio de marchas que sonó tras el Cachorro!
-Para la selección de marchas conté con la ayuda de un compañero que estuvo en la junta de gobierno anterior. Teníamos claro qué es lo que queríamos. No un repertorio fúnebre, sino un repertorio clásico, de marchas de categoría. Desgraciadamente hoy día hay una cantidad de marchas maravillosas que rara vez se interpretan, y a un Cristo como el nuestro, que los especialistas consideran el cénit del arte barroco de la imaginería española, hay que ponerle lo mejor, pero sin que tenga que ser fúnebre. De hecho, digamos que hemos sido un poco atrevidos entre comillas apostando por marchas como 'Pasa la Macarena'. Pero es que esa marcha, cualquiera que la oiga, eso es Sevilla… Se le tocó en Plaza de Armas (la antigua estación de Córdoba) y fue maravilloso, de pelos de punta. Durante el trío final, ya en la revirá, la gente estaba llorando, emocionada. Ha sido un repertorio muy impactante y muy variado. Una marcha tan distinta como 'Sagrada Lanzada' sonó en el Postigo y aquello fue también de pelos de punta. Había un montón de gente anónima que, al ver la vara dorada, se me acercaba espontáneamente a darme la enhorabuena. Cuando el Cachorro pasa normalmente, tú ves los ojitos de la gente que… pero lo de este Sábado Santo ha sido de una emoción colectiva muy especial. Incluso antes de salir, en la Basílica, de puertas para adentro había una alegría especial de vivir algo único. Acostumbrados a estar como sardinas en lata, estaba toda la iglesia para nosotros.

-¿Y en noviembre? ¿Veremos a la Virgen del Patrocinio en la calle?
-Es verdad que queremos hacer un triduo más especial si cabe que cualquier año. Pero esas cosas no dependen sólo de lo que nosotros queramos, sino de lo que nos autorizasen. Sí es seguro que estamos trabajando en una exposición de muchísima categoría sobre el Patrocinio en Cajasol. Este año, aparte del cincuentenario de la Virgen actual, se cumplen cien años de la primera procesión bajo palio de la Virgen que se quemó y también se conmemora el centenario del palio de Olmo. La exposición, que ahondará en el origen de una advocación tan española y tan poco común como la del Patrocinio, sería en torno a octubre y el triduo el segundo fin de semana de noviembre, coincidiendo con su festividad.
-¿El deseo de la hermandad sería darle realce a ese triduo en algún templo del barrio y sacar a la Virgen bajo palio?
-Sí, no te voy a decir que no. Eso sería una cosa que a muchísimos hermanos les gustaría, pero a día de hoy nada confirmado. Ojalá pudiera confirmarlo, pero eso habrá que andarlo despacio y ya veremos. Y en cualquiera de los casos, sí celebrarlo de una manera más significativa.
-Usted es profesor de piano. ¿Qué melodía le pondría a esta conmemoración tan intensa que han vivido los hermanos del Cachorro en los últimos meses?
-Pues mira, por decir algo, el tercer movimiento de la segunda sinfonía de Rachmaninoff. Si hay alguien curioso que lo quiera oír, que lo escuche. Música emocionante, que te revuelve un poco por dentro, y que acaba bien.
-El Viernes Santo es uno de los días que menos se ha visto afectado por el reseteo de la nómina impulsada por el Consejo. Señal de que es una jornada sin grandes problemas.
-Aquí somos siete hermandades. Y los siete hermanos mayores tenemos un empeño personal absoluto en cumplir horarios precisamente para que no haya que tocarlo. Estamos muy contentos con el modelo actual del Viernes Santo. Y si las cosas funcionan, lo ideal es siempre la autogestión. Nuestra hermandad también ha hecho un esfuerzo importante y hemos tenido que poner a los nazarenos de tres en buena parte del recorrido.
-¿La única fórmula para combatir la elefantiasis que sufren algunos cortejos en la Semana Santa de hoy es la autogestión?
-Yo, particularmente, lo de los números clausus creo que sería una decisión que a medio y largo plazo afectaría negativamente a las hermandades. Es verdad que ahora llevamos años en la cresta de la ola, pero algún día esto aflojará. Salir de nazareno ya supone de por sí un esfuerzo importante y el que se queda aquí un Viernes Santo en lugar de irse a la playa es porque esto lo ha mamado desde pequeñito. La solución pasa mucho antes por el esfuerzo, como hacen ya muchas hermandades, que por las limitaciones.
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