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semana santa de sevilla

Enrique Casellas: «Me dijeron que mi responsabilidad es dar un pregón que sea alegre»

El pregonero está tranquilo porque tiene tablas de sobra por su condición de cantante y sabe que su reto es emocionar dejando atrás el Covid y la polémica por la reforma de la Semana Santa

El Pregón de la Semana Santa de Sevilla 2023, en directo.

Enrique Casellas en uno de los balcones del Círculo de Labradores de la calle Sierpes, donde se desarrolló la entrevista J. M. Serrano

Javier Macías

Sevilla

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Enrique Casellas (Sevilla, 1974) no tiene miedo a la crítica y está tranquilo. Hoy dejará el texto a los pies del Señor de la Salud de los Gitanos y terminará el día subiendo sosteniendo a la Macarena en el traslado a su paso. Antes acudirá a la sabatina de la Pastora de Capuchinos. Quizá por eso está tan tranquilo. Y también porque, como cantante, el miedo escénico lo tiene completamente superado.

-El pregonero del año pasado se vio muy condicionado por la pandemia y se vio obligado a trasladar ese drama al Pregón. ¿El suyo ha dejado atrás el Covid para enfocar una Semana Santa idílica?

-De hecho no está nada de eso ahí. Cuando tuvimos la tertulia del Cirio Apagao coincidieron muchos de los pregoneros que me decían que yo tenía la responsabilidad de dar un pregón que fuera alegre y yo, pues la verdad, no es que haya recogido el guante, es que soy de una manera de ser que no me sale hacerlo de otra forma. Yo soy de los que celebran la Pascua de verdad, desde el Domingo de Ramos. Yo creo absolutamente que esto está montado sobre una historia bonita y que termina bien. A Julio Cuesta le tocó bailar con la más fea, no me quiero ni imaginar que yo hubiera tenido que dar el que tocó tres años después y, además, aún no habíamos perdido el año pasado la incertidumbre. Este año si Dios quiere viviremos una Semana Santa plena. Me he dado cuenta de que en todas las celebraciones, la gente está con ganas de vivir. Yo ni me he acordado del Covid, sólo hay un pasaje en el que está por contexto en el que nombró la libertad que nos habían robado.

-Si a Julio le condicionó la pandemia, ¿a usted la ha condicionado la reforma de la Semana Santa?

-No está pero sí está. Me he dado cuenta que había escrito algunas cosas y tuve que tirar de itinerarios y hablar en pasado: «Cuando pasaba por aquí...» Porque ya tenía hecho el texto.

-¿Pero la situación actual de la Semana Santa está en el Pregón?

-No. Pienso que pararse en polémicas en un pregón... Ojo, que yo respeto todas las opciones ni yo dogmatizo ni mucho menos, pero creo que tiene que ser un canto a la Semana Santa, a la ciudad, que la gente salga con ganas de ver cofradías y que venga con ganas de emocionarse. Es verdad que la Semana Santa tiene mucha grandeza en la obra social, pero a mí no me ha nacido eso, y no porque no sea una persona comprometida en eso. Estoy en la junta de gobierno de una hermandad en la que estamos volcado con muchos proyectos y yo estoy al frente de algunas de esas iniciativas como el 'Valle Gitano'. Pero yo no voy a ponerme en el atril para hablar de la bolsa de caridad, que se da por hecho y tiene una grandeza enorme.

-Y desde su punto de vista personal, ¿cómo resolvería la Semana Santa?

-Para arreglarla de verdad tendríamos que resetearnos todos pero es que eso mueve los cimientos. Por mi manera de entender y ser, yo soy de los Gitanos, que sale en la Madrugada, pero si saliese el Martes Santo también sería de la hermandad de los Gitanos. Hoy es impensable cambiar cofradías de día, pero llegará el día en que algo habrá que hacer... o no. Porque a lo mejor por una cuestión demográfica esto se va naturalizando. Ahora, que arreglar la Semana Santa es liberarnos de complejos todos. Las hermandades del Martes Santo consiguieron un consenso que funcionó y después el Consejo y el Cecop comprendieron que no por lo de ir a la inversa. ¿Pero aquello funcionó, no?

-De estos tres calificativos, ¿cuál le daría más coraje que le dijeran: «un pregón comprometido», «un pregón íntimo» o «un pregón para leer?

-Es que un pregón comprometido va a ser, ¿por qué un pregón que sea lírico no puede ser comprometido? Me considero una persona comprometida con el contexto de la Iglesia y las cofradías. ¿Un pregón para leer? Ojalá lo lea la gente, aunque me da coraje, porque como había que entregar el texto muy pronto me he dado cuenta de que se han colado algunas erratas. Y un pregón íntimo, en cierto modo lo es, pero no porque yo hable de mí, sino porque lo que uno pone en el texto está directamente vinculado a lo que tú has vivido y te ha ido llenando a lo largo de tu historia. Lo que sí me gustaría es que, además de esos tres calificativos, pudiera haber alguno más...

-Para escribir el texto tuvo que aislarse en la sierra. ¿Se fue allí para verlo todo con más perspectiva o porque necesitaba silencio y soledad?

-Necesitaba aislarme de verdad. Yo cuando me bloqueaba y salía, entre que yo estoy disfrutón y la gente cariñosa yo no volvía. Pasaba un día y otro... pero había que escribir. Y me tuve que encerrar por una cuestión de tiempo, si no no llegaba.

-Y desde Malcocinado, donde está su refugio, escribir de la Macarena en la Madrugada no sé si se ve de otra forma.

-Los sevillanos no estamos nunca lejos de lo nuestro. Eso lo retrató maravillosamente Cernuda. Por muy lejos que nos encontremos -que en mi caso era relativa, transitoria y no obligada- los sevillanos podemos escribir viendo una aurora boreal en Canadá.

-No va a haber música en el Pregón entre otras cosas porque ya la tiene en la voz. ¿Pensó que meterle una melodía era forzar la situación?

-Para mí sí, pero no por dedicarme a lo que me dedico, sino porque en ningún momento he querido que algún agente externo me condicionara lo que iba a escribir. La escritura me ha llevado donde ha querido ella y el que ha salido es el que es. Si hoy empezara a escribirlo, seguramente saldría otro. Después de terminar te vienen 20.000 ideas, y más después de cómo te tratan estos días.

-Sabemos que el atril estará más centrado, pero ¿cómo le hubiera gustado que fuese el escenario?

-Lo del atril centrado ya lo he dicho varias veces y me hubiera gustado que se hubiera utilizado el ciclorama del teatro (telones que cambian de color) en vez de cortinas, que permitiría en ciertos momentos, aprovechando los cambios de guardia de los policías, cambiar sutilmente de tonalidad y crear ese ambiente. Sin retocar nada más, sería algo muy básico pero que le daría una actualización notoria a la imagen. Si nos vamos a más, la banda se podría poner detrás... Pero esa es mi idea, seguramente por la deformación profesional. Pero lo que me preocupa más es la gente que está en su casa y están viendo detrás del pregonero a un señor que a lo mejor ese día tiene un ataque de alergia con un pañuelo en la mano cada dos por tres. Y eso distrae más que un ciclorama.

-¿Qué titular le gustaría leer en ABC al día siguiente?

-Que 'Sevilla estuvo en el atril del Maestranza', porque he hecho un pregón de Sevilla y para Sevilla. Con eso ya sería feliz.

-¿No le teme a la crítica?

-Yo estoy acostumbrado y creo que siempre debe haberla, no tiene además que ser insana. Voy con la tranquilidad de que cumpliré esta encomienda como me la han pedido. Intentaré que la gente se emocione y disfrute.

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