COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL
Prueba de inmadurez
Mientras tanto, la ministra recibía a un grupo de estudiantes disfrazada de Harry Potter, varita en mano
Tanto ruido no deja distinguir las voces de los ecos, y mientras el tiempo transcurre entre lo que va del sí al sí, pasan desapercibidas algunas medidas tomadas por el Gobierno que, sin hacer ruido, afectan a cuestiones tan importantes como la formación de nuestros ... jóvenes. A estas alturas no debería sorprendernos que la educación se haya convertido en una cuestión menor para el Ejecutivo de Pedro Sánchez y sus socios, tan maleducado en las formas como en los fondos, pero esta semana, el Ministerio de Educación y Formación Profesional ha decidido eliminar la prueba de madurez que tenía prevista para la nueva Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad, tras las protestas de la Red Española de Filosofía, la Asociación de Escritores con la Historia o de la RAE, quienes hablaban de un «ataque frontal hacia la lengua española», y la noticia apenas ha trascendido, a pesar de la polvareda que levantó la decisión del Ministerio de transformar, otra vez, el proceso selectivo para acceder a la Universidad.
Por si no se acuerda, en julio del pasado año, el Ministerio proponía una nueva selectividad con menos exámenes —se pasaba de cuatro a dos— que incluía una prueba para valorar «de manera objetiva la madurez de los alumnos» y que suponía un 75% de la nota total. La publicación de un dossier que parecía redactado por los hermanos Marx —la parte contratante de la primera parte—, como acostumbra a hacer este Gobierno, fue duramente atacada por las Comunidades Autónomas y fundamentalmente por el profesorado de Bachillerato, que volvía a quedarse solo ante el peligro de no saber cómo abordar este examen cuyo planteamiento inicial no tenía ni pies ni cabeza.
El borrador hablaba de una prueba con una veintena de preguntas en torno a un tema que habían de ser respondidas con un máximo de ciento cincuenta palabras a través de las que se evaluaría la capacidad de pensamiento crítico y reflexivo del alumno, pero sin dar más detalles. Un poco como debatir el sexo de los ángeles, ya que las competencias curriculares vigentes no capacitan al alumnado para tales menesteres. La casa, como siempre, por el tejado y la pelota, como siempre, en el tejado del profesorado.
El pasado viernes, el Ministerio reculaba dando muestras de inmadurez —también en esto— y eliminaba la prueba de madurez para el acceso a la Universidad, sin dar demasiados cuartos al pregonero. El proyecto de real decreto presentado por la ministra Alegría —que sigue sin contemplar una prueba única para todo el territorio español— aumenta el tiempo para la realización de los exámenes e incluye una tercera revisión de la nota, si el estudiante no está de acuerdo con la suya.
Total, un 'paná' que se diría por aquí. Ruido y más ruido para acallar las voces críticas que demandan una revisión del sistema de acceso a la Universidad que garantice la igualdad de oportunidades y la igualdad de condiciones y que nadie se atreve a abordar.
Mientras tanto, la ministra recibía a un grupo de estudiantes en el Ministerio disfrazada de Harry Potter, varita en mano. Lo mismo es eso, que piensa que la educación es cosa de magia.
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