El apunte
Turismo de calidad, sostenible y todo el año
La estrategia de la provincia de Cádiz en FITUR es atraer un perfil de visitantes que ya no suponga sólo sumar, sino multiplicar
Cádiz es un destino turístico de primer nivel. En los últimos 25 años, la provincia ha desarrollado una serie de proyectos de índole urbanístico que la han colocado como referencia a nivel nacional (falta explorar el mercado foráneo más allá de puntales concretos del turismo ... británico y alemán). Ahora hay que dar un paso más.
El horizonte es claro. El objetivo se ha marcado. Lo complejo es implementar una estrategia para alcanzar los objetivos. Esta tierra ya no necesita más turistas, más visitantes; no quiere más gente porque, sencillamente, no cabe, y sólo conlleva una degradación tanto de los recursos naturales como de la oferta hostelera. Así que se traba en dos ramas que se nutren mutuamente, se complementan y se enriquecen: sostenibilidad y calidad.
El Novo Sancti Petri de Chiclana es una referencia. Hace 30 años se inauguró el primer hotel y a su alrededor se ha configurado una urbanización que ha supuesto un acelerón en el nivel de vida de la zona. Las cifras son ilustrativas. El número de personas que trabajan gracias al turismo se ha triplicado en estas tres décadas, donde se ha duplicado el dato de visitantes. Riqueza y posibilidades.
Esta semana se celebra en Madrid la principal feria turística del país, FITUR, y de nuevo la estrategia no va encaminada a 'vender' Cádiz al mundo, sino a trabajar de manera segmentada en sectores que supongan un valor añadido. Hay un enorme margen en la desestacionalización, máxime en una zona donde el buen tiempo acompaña en muchos meses del año. Asegurado el pack 'sol y playa', hay que potenciar actividades relacionadas con la gastronomía, el mundo ecuestre o el golf, dirigidos a un visitante de mayor poder adquisitivo.
Y el valor de la sostenibilidad, intangible y con un recorrido mayor, de medio-largo plazo, es indispensable maximizarlo pues las aglomeraciones, el 'low cost', provocan la huida del turismo de calidad y el desgaste de los recursos de la tierra. Cádiz lo tiene claro y lleva ese mensaje a la capital de España: ya no se trata de sumar, sino de multiplicar.