Juan José Borrero - NO NI NÁ
La verdad no os hará consejero
De Llera es posiblemente la última persona que podría pronunciar tan ardorosa crítica a la falta de independencia
A Juanjo, que quiere ser abogado en un mundo de injusticias
TIENES razón. Eso que dijo el consejero la otra noche en televisión es reflejo de «lo que está pasando», aunque sea una opinión hiperbólica sobre la Justicia cuando nos descubre su estrabismo cada vez que se le cae la venda de los ojos, que son demasiadas en los últimos tiempos. Pero convendrás conmigo en que De Llera es posiblemente la última persona que podría pronunciar tan ardorosa crítica a la falta de independencia del Poder Judicial en su doble condición de fiscal y consejero de Justicia, porque su historial le hace parecer tan hipócrita como los que hoy se rasgan las vestiduras porque el consejero dijera que el ascenso electoral de Podemos responde a una patología. Protesto señoría, el consejero tiene razón. Si suman más votos quienes apoyan el chavismo y prometen controlar a los periodistas, la sociedad española demostrará estar enferma... de confusión. Y pido el testimonio de Quevedo: «Donde hay poca justicia es grave tener razón». Pero eso no es lo que condena la locuacidad de Emilio de Llera ¿No hay ataques desde el PSOE más duros contra Podemos y sus votantes? En la lucha política cabe el trazo grueso, pero en la Justicia... Ese es un patrimonio común tan importante que debe preservarse de lo políticamente correcto y no digamos de lo incorrecto.
Hay antecedentes y agravantes para considerar que las apreciaciones del consejero de Justicia sobre los jueces arbitrarios y los fiscales sumisos al poder, son despreciables además de cobardes, porque, siendo fiscal, elude aportar las pruebas y señalar a los culpables. Sus anteriores desafortunadas alusiones a la juez Alaya, su descaro al proclamarse amigo de todos los jueces cuando le señalan en el círculo de amistades de la nueva titular del juzgado de los ERE y su jactancia como elegido para defender en la sombra al poder político andaluz en los casos sobre corrupción que atañen a la Junta, labor a la que parece más entregado que a la mejora de las lamentables condiciones en las que desarrollan sus «compañeros» el duro trabajo de impartir justicia, le condenan.
En el Gobierno andaluz, el consejero de Justicia podría llevar a gala ser independiente. Pero se ve que tiene muchos motivos para hacer méritos extraordinarios ante quien le ha nombrado. Tantos como para señalar a los que considera faltos de independencia. Esos motivos le impiden ser libre, la condición indispensable para poder impartir la justicia de la verdad.