Manuel Contreras - PUNTADAS SIN HILO
Sálvame
Mientras Francia lloraba y cantaba La Marsellesa, los epsañoles veíamos a Kiko Matamoros y a Falete
LA noche en la que estalló el infierno en París, entre las seis cadenas de televisión de España —seis televisiones, seis— dedicaron poco más de media hora a la cobertura informativa de los atentados. A partir de las diez y media de la noche el planeta miró a la capital francesa, siguiendo con espanto y prácticamente en directo la sucesión de atentados y la dramática escalada de víctimas. Pero en España, las seis televisiones decidieron que no había motivos para alterar sus programaciones. La 1 fue la más sensible, informando durante media hora; luego emitió la película prevista. Antena 3 dedicó a la masacre cinco minutos, para retomar posteriormente el divertido programa «Tu cara me suena», donde diversos famosos imitan a cantantes entre las risas del público. Telecinco no llegó a interrumpir «Sálvame de luxe», centrado durante más de una hora en un encendido debate sobre si Isabel Pantoja había hablado mal o no de Raquel Bollo en la cárcel. Hubo una interrupción inesperada, pero no fue para informar de que la relación de muertos superaba ya las 60 personas, sino para que María Patiño se presentase por sorpresa en el plató y desmintiese vehementemente las supuestas palabras de la tonadillera. A las doce y veinte de la noche, la hora en que la Policía comenzaba a sacar cadáveres tiroteados de Bataclan, Jorge Javier Vázquez leyó un escueto comunicado informando de los atentados, prosiguiendo con «El Juicio de Sálvame», en el que un jurado declaró inocente a Kiko Matamoros de la acusación de no proteger a su familia. Cuatro no interrumpió el programa «Hermano mayor», en el que un educador intenta domesticar a un joven que amenaza y llama «asquerosa» a su madre, mientras que La Sexta optó por mantener íntegra la emisión de tres capítulos atrasados de «Equipo de investigación». La audiencia apostó por Telecinco, que batió por seis puntos a Antena 3 (22,2% frente a 16,2%).
Algo está fallando aquí. Mientras Francia lloraba y cantaba encorajinada La Marsellesa, los españoles veíamos a Kiko Matamoros o a Falete imitando precisamente a Edith Piaf, qué triste coincidencia. La vergonzosa falta de reacción de las televisiones —con las honrosas excepciones de 13TV y Canal 24 horas— es algo más que una flagrante negligencia profesional; supone un indicio patente de la apoplejía mental en la que está sumida gran parte de la sociedad, recluida en una burbuja de estulticia mediática, relativismo moral y buenismo político. Hay demasiada gente que no quiere malas noticias y a la que las cadenas le proporcionan su dosis sedante de telebasura. Pero en la vida real hay asesinos que nos quieren liquidar, y para combatirlos sólo hay un camino con dos etapas: la primera, llorar con las víctimas, y la segunda, luchar con ellas. Si seguimos absortos en pantojas y faletes; si nos refugiamos en equidistancias políticas conciliadoras llegará el día en que gritaremos «¡Sálvame!» a países como Francia. Pero será ya demasiado tarde para redimirnos de tanta estupidez turbadora.