La oportunidad de la derecha
A Juanma Moreno se le ha despejado el horizonte y ya no tiene la cortapisa del frente constitucionalista de Madrid, que se ha desintegrado
La emboscada tendida por Sánchez con la moción de censura apoyada por populistas y nacionalistas/independentistas ha cambiado de raíz en tres días el panorama político de España. Los peneuvistas vascos, los mismos que habían avalado el presupuesto de Rajoy, han cambiado de bando en un pispás, sin que se conozca aún el motivo concreto de su mutación. En realidad los nacionalistas tanto vascos como catalanes se han caracterizado siempre en su proceder político por una indisimulada deslealtad hacia el resto de España. Siempre que pueden aprovechan para debilitar al Estado y recolectar lo que se tercie. Hasta que un acuerdo entre los grandes partidos españoles no los ponga en su sitio seguirán explotando los resquicios de nuestro sistema constitucional a mayor abundancia de sus soñadas naciones.
Con todo resulta inexplicable que gente de la experiencia política de Rajoy y su equipo se deje engañar como si fueran novatos. Pedro Sánchez nunca ha ocultado su deseo de ser presidente del Gobierno de España al precio que fuera y en cuanto le han cuadrado las cuentas se ha sentado en el sillón presidencial de La Moncloa. La mayor amenaza que a partir de ahora se cierne sobre él y sobre todos nosotros son sus propios socios, que exigirán el pago inmediato de sus peajes.
Como no conviene dejarse invadir por el pesimismo habrá que valorar la gran oportunidad que a partir de ahora se le presenta a la derecha española para sanearse y reorganizarse con el objetivo de volver a ser una alternativa real de gobierno. Si la opción es la de enrocarse en torno a Rajoy y a la vieja nomenclatura del partido habrá un gobierno de izquierdas durante años, con el permiso de Ciudadanos. O sea, como en Andalucía. Si la apuesta es la renovación el cada vez más amplio colectivo de desencantados volverá a brindarles su apoyo. La primera cita electoral será con toda probabilidad en Andalucía. A Juanma Moreno como no hay mal que por bien no venga se le ha despejado el horizonte y ya no tiene la cortapisa del frente constitucionalista de Madrid, que se ha desintegrado. Enfrente tendrá a Susana Díaz, a la que han privado de la excusa de culpar de todo al Gobierno de España, donde encima manda su peor enemigo de partido.
@aybarrapacheco