El Mundial

El verano pasará de la mano de Lopetegui y de Sánchez, a ver qué hace aquél, a ver qué hace éste

Pedro Sánchez y la selección española de fútbol serán protagonistas este verano EFE
Antonio García Barbeito

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El verano viene silbando, pidiendo paso, por las veras de este junio que gracias a Dios no ha decidido aún recalentarse y achicharrarnos al amanecer o al levantarnos de una siesta. Viene silbando y silba con silbato de árbitro, y tiene andares de futbolista chulo y cierta gracia aérea de balón. El Mundial, así, con mayúscula. A ver qué pasa en ese mes de partidos a todas horas; a ver si la selección española es capaz de pasar una y otra vez hasta colocarse a las veras de otra final. El verano llegará caliente de partidos, caliente de jugadas asombrosas, de penaltis que no fueron y se pitaron como tales y de penaltis que fueron y no tuvieron encima el silbato de la pena. Goles, paradas, jugadas magistrales, individualidades que nos asombrarán, equipos que funcionarán como una maquinaria perfecta. Descubriremos a futbolistas cuyos nombres ahora no nos suenan de nada y, por el contrario, veremos el fracaso de algunos que llegan a la competición mundial con vitola de estrellas. El Mundial de fútbol, ya, aquí mismo, calentando «el alpiste de tiza galonado», encendiendo las gradas, soliviantando redes. Es el fútbol.

Un Mundial de fútbol, en Rusia. Y aquí, en España, se ha formado la mundial con la moción de censura que ha terminado en un cambio de Gobierno que no esperaba nadie, algo así como si el Mundial de Rusia lo ganara la selección por la que nadie apuesta. De pronto, un Rajoy que parecía fortalecido tras los últimos golpes a algunos de su partido, cae en la lona por un puñetazo que se le ha escapado a uno del público, y un Sánchez que no sabía ni por dónde se va a La Moncloa, ha visto cómo lo llamaban a lista para que fuera presidente, y no se lo creía. Sorpresas la vida da; la política esto tiene: el que quería estar, se va, y el que se iba, ahora viene. Ministros del PP que estaban pensando ya qué iban a hacer en septiembre, cuando volvieran de vacaciones, han mandado a algunos de los suyos a que les saquen billete —clase turista— en el AVE, en el avión, en el Alvia o en el autobús, que de todo habrá; y gente del PSOE que buscaba veranear en clase pobre (es un decir), ahora tienen que olvidarse de los Donuts y no perder de vista la cartera. Las cosas. Visto y no visto. Así están las andanadas: de ministro, a no ser nada; de no ser nada, a ministro. El verano pasará de la mano de Lopetegui y de Sánchez, a ver qué hace aquél, a ver qué hace éste. ¿Nos sorprenderán alineaciones de Julen, como nos han sorprendidos nombramientos de Pedro? Qué sabe nadie. Por el bien de España, ojalá acierte en fútbol Lopetegui y ojalá acierte en política Sánchez. Si no, vaya veranito.

antoniogbarbeito@gmail.com

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