El difícil aislamiento
Aunque PP y CS se «encapsulen» en Andalucía, a la legislatura le restan en la práctica doce meses
En medio de una sobrevenida catarsis política -no por esperada menos sorpresiva- Juanma Moreno y Juan Marín interrumpieron la emisión de Canal Sur para afirmar en riguroso directo que ambos mantendrán su vínculo hasta que el fin de la legislatura los separe. Quizá la única ... contradicción en el mensaje fuera el hecho de que ambos lo proclamaran en la franja horaria del programa de Juan y Medio, donde suelen acudir quienes buscan una nueva pareja y una segunda oportunidad.
Pero más allá del chascarrillo, cuando los miembros de «El Gobierno del Cambio» ratifican su voluntad de concluir la legislatura (y la relación entre ambos socios es ciertamente inmejorable), se puede producir la engañosa apariencia de una inexistente solidez temporal. Si se cumplen los plazos, el mandato actual concluiría a finales de 2022 (aún quedarían casi dos años); pero ya sabemos lo que le ocurre a los Gobiernos que se acercan progresivamente a unas elecciones. En el mejor de los casos, si en esta atmósfera enrarecida la Junta de Andalucía lograra realmente «encapsularse» -tal es el término empleado por el presidente- al mandato apenas le quedaría de manera efectiva unos doce meses (de marzo a marzo), ya que a partir de la primavera de 2022 empezaría el tiempo de descuento preelectoral donde los tres partidos que hicieron posible el final de cuatro décadas de socialismo abrirán fuego para acentuar sus diferencias.
La doble crisis de Murcia y Madrid no solo enrarece inevitablemente la relación de PP y CS (con el agravante de que ahora serán aún más complejos los acuerdos que alineen a la formación naranja y a Vox); sino que los dos partidos que sustentan la Junta mantienen, a su vez, sus propias querellas internas con sus direcciones nacionales... Todo un quilombo. Así que para evitar caer en la dispersión el Gobierno necesita marcarse un programa de objetivos definidos para los próximos doce meses. Y en un lugar destacado tendría que figurar la culminación de la reorganización de lo que se denomina «administración paralela» (si eres la oposición) o «entes instrumentales» (cuando se está en el Gobierno). Antes de marzo debería estar fraguada la macroagencia Trade (el monstruo que une a Idea, Extenda y Andalucía Emprende), así como la nueva Agencia para la Transformación Digital (que absorbe Sandetel); y en ambos casos es obligatorio que quede patente que lo nuevo mejora a lo anterior (ya que se ha realizado una inversión considerable en auditar todo este entramado administrativo).
Como decía el poeta, «somos el tiempo que nos queda». En los próximos meses vence la parte esencial de la legislatura y el «espléndido aislamiento» que buscan PP y CS en Andalucía debe servir para llegar a la recta final del mandato con las tareas hechas.
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