ENFOQUE
El gran derbi
Sevilla, tan proclive a las dualidades, ha aportado al fútbol español un toque de pasión original y diferente al de las dos Españas alineadas con el Real Madrid o con el Barcelona
Escribo sobre el derbi que entre las nueve y las once de la noche de ayer paralizó la ciudad unas horas antes del partido y, por tanto, ajeno al desarrollo y a las circunstancias deportivas y extra deportivas que rodearon el evento. Lo hago al hilo del reportaje que escribió el domingo Eduardo Barba en ABC sobre la rivalidad deportiva en la ciudad, que ha convertido a la sociedad sevillana en la más futbolera de España y de buena parte del orbe. Con un 14 por ciento de abonados al Real Betis y al Sevilla FC respecto a la población total de la capital sólo ciudades como Manchester (United y City), Lisboa (Benfica y Sporting) o Buenos Aires (River y Boca) pueden compararse por el volumen de sus ratios futbolísticos. Esta realidad, que genera varios cientos de millones de euros en todos los conceptos, motivó a los dos clubes hace dos años a crear la marca comercial de «el gran derbi» para promocionar el encuentro.
La rivalidad es el factor clave sobre el que se ha desarrollado la pasión por el fútbol en Sevilla. La ciudad se ha dividido en dos mitades irreconciliables que, según el catedrático hispalense de Antropología, Elías Zamora, han desarrollado referentes totémicos que incluso llegan a dar sentido a la vida de quienes se sienten identificados con el Sevilla o con el Betis. Como con las cofradías de los pueblos que tienen dos cofradías.
Sevilla, tan proclive a las dualidades, ha aportado así al fútbol español un toque de pasión original y diferente al de las dos Españas alineadas con el Real Madrid o con el Barcelona a través de la propaganda de las televisiones, incluidas las locales y regionales. Sólo por eso el gran derbi merecería una protección patrimonial de la que carece. No sólo los dos clubes asientan e identifican a los sevillanos sino que exhiben el nombre de la ciudad por donde van y la convierten al menos dos veces al año en un escaparate internacional de fútbol/pasión para deleite de los amantes del espectáculo.