Editorial ABC
Fomento cuestiona el proyecto de la SE-40
La intención del Gobierno de Sánchez de sustituir uno de los túneles por un puente es una estafa a los sevillanos
El Ministerio de Fomento maneja ya un modificado del proyecto de la SE-40, la autovía de circunvalación que debe descongestionar el tráfico de la SE-30, en el que desaparece uno de los túneles previstos y es sustituido por un puente. Este modificado, que se ha mostrado ya al Ayuntamiento y a la Confederación de Empresarios de Sevilla, viene a confirmar los temores expresados la semana pasada por este periódico tras desvelar que el arreglo del Puente del Centenario iba a ser en realidad una reestructuración de esta infraestructura para dotarla de diez carriles en lugar de los cinco actuales. ABC ya advirtió entonces de que la remodelación del puente podría ser una coartada para escamotear los túneles de la SE-40, y el tiempo ha tardado poco en darnos la razón.
La intención del Gobierno de Pedro Sánchez de sustituir uno de los túneles bajo el Guadalquivir por un puente es una estafa a los sevillanos, que llevan esperando desde principio de siglo una autovía imprescindible para el desarrollo económico de la capital y su área metropolitana. La solución de los túneles se adoptó a principios de siglo, en tiempos de Álvarez Cascos, y desde entonces nunca se había cuestionado su ejecución. Argüir ahora problemas técnicos por las características del subsuelo —que no se detectan en el túnel gemelo— o el elevado coste de mantenimiento suena a broma pesada. Apostar por un puente supone no solo descafeinar el proyecto de la autovía de circunvalación, sino comprometer además el desarrollo del Puerto de Sevilla, ya que el gálibo de esta nueva infraestructura limitaría el acceso de grandes buques a la zona portuaria, por la que se ha apostado en los últimos años. Todos los partidos políticos deben unir sus fuerzas para reivindicar la SE-40, clave para el desarrollo de Sevilla, tal y como se diseñó.
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