Andalucía, de cine
El 19-J y el espíritu Imbroda
«Creyó desde el principio que este larguísimo partido se podía remontar y se arremangó para ser pieza fundamental del gobierno que hizo ver a los andaluces que otra Andalucía era posible»

Nos reímos del episodio cada vez que nos vimos, después. Hasta que hubo que dejar de hacerlo. Lo habré contado ya, pero qué quieren que les diga. Tras la primera entrevista que hice a Javier Imbroda como 'número uno' de Ciudadanos por Málaga en 2018, ... abandoné la cafetería donde nos citamos con sonrisa displicente. No fue sólo en el 'on', en la oficialidad de la cosa. Ya con la grabadora detenida y apurando un vaso de agua, el exseleccionador nacional de baloncesto me lo dijo: «Créetelo, Fernando, el cambio va a llegar. No sé si en estas pero como mucho en las próximas Andalucía tiene que ser otra». «Venga, Javier, mucho ánimo. Nos vamos viendo». Qué sabrá éste de política.
Me he preguntado muchas veces desde el domingo qué pensaría Imbroda de la revolución pacífica que han decretado las urnas. Realizados ya todos los análisis, expresados todos los puntos de vista, extenuados tertulianos y politólogos, me hubiera encantado pulsar su opinión. Y volver a fustigarme por mi descreimiento.
Porque en estos días en los que, con toda la razón, no cejamos en destacar las cualidades del liderazgo de Juanma Moreno, es menester recordar que Imbroda no sólo creyó desde el principio que este larguísimo partido se podía remontar: transmitió su ilusión a todo el equipo y se arremangó sin necesidad para salir al terreno de juego y convertirse en pieza fundamental del gobierno que hizo ver a los andaluces que otra Andalucía era posible. Se empeñó en reducir el fracaso escolar con innovadoras ideas como los cursos de refuerzo en verano. Repartió por toda la comunidad privilegios que, como el Bachillerato Internacional, antes sólo estaban en Sevilla. Negoció con unos y con otros destiñendo las airadas camisetas verdes. Y se puso en jarras ante las peregrinas imposiciones de Vox cuando su socio ya pasteleaba. ¿Y si le llegan a dejar jugar también la liga universitaria?
A su partido le hubiera valido de poco, igualmente. Pero estoy convencido que desde la cancha de ahí arriba Javier llevará una semana regalando a todos los ángeles una de sus mejores sonrisas. Obligadamente, este pedazo de triple va por ti.
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