Álvaro Ybarra

El bloqueo, «ridículo mundial»

El desprestigio internacional que supondría para España larepetición por tercera vez de las elecciones sería devastador

Mariano Rajoy, en rueda de prensa tras una reunión en el Congreso con Pedro Sánchez JAIME GARCÍA

TRAS más de seis meses con un Gobierno en funciones la economía continúa creciendo a buen ritmo, el empleo mejora y el consumo no da señales de debilidad. Este clima de apacible y engañosa bonanza se puede revertir si se prolonga la inacción del Ejecutivo. Un Gobierno en funciones no puede aprobar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado ni sacar adelante proyectos de ley en el Congreso de los Diputados. Bruselas debe recibir antes del 15 de octubre al menos un boceto de presupuestos para 2017, para que la Comisión Europea dé el visto bueno al rumbo trazado por el Ejecutivo. Antes de ello tienen que fijarse el techo de gasto y los objetivos de estabilidad para que la Comisión decida si hay o no multa a España por incumplir el déficit de 2015. El tiempo se agota. Si a finales de agosto no se ha aprobado el techo de gasto y a finales de septiembre no hay presupuestos se congelarán tanto las pensiones como los sueldos de los funcionarios. El resto de asuntos pendientes tales como el Plan Pive, el reajuste de la política energética, las medidas fiscales, el déficit, etc, irán bloqueándose en cascada.

Pero el parón económico y su fuerte impacto en las familias españolas no será la única consecuencia de un hipotético bloqueo a la investidura de Rajoy. El desprestigio internacional que supondría para España la repetición por tercera vez de las elecciones sería devastador, «un ridículo mundial», según Moncloa. A este desprestigio hay que sumar que las terceras elecciones dispararían la desconfianza creciente de los españoles en sus políticos. Según el sociólogo Narciso Michavila, la repetición de las elecciones llevaría a la «desconexión absoluta» de los ciudadanos y sus políticos. A su juicio los partidos «no han entendido que los electores no quieren mayorías absolutas pero tampoco oposiciones absolutas».

En resumidas cuentas, estamos jugando con fuego sin que al parecer algunos de nuestros preclaros líderes se percaten. El resultado de las elecciones fue el que fue. Hasta Manuel Chaves ha roto su silencio,después de que lo hicieran seis ex ministros socialistas, para advertir de la gravedad de una repetición de las elecciones. Lo lógico sería un apoyo activo de Ciudadanos a la investidura, pues se juega con ello su razón de ser, y una abstención del PSOE en primera o segunda vuelta. Lo exige el interés de España, que debería estar por encima de las tácticas partidistas.

@aybarrapacheco

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