Hazte premium Hazte premium

Toma de horas de la nostalgia

Los sevillanos podemos estar orgullosos del ejemplo que estamos dando en las graves cuestiones de nuestra hora

Antonio Burgos

Esta funcionalidad es sólo para registrados

En el arranque de la Cuaresma, cuando El Rincón del Nazareno colgó de pared a pared su tradicional pancarta de «capirotes» formando como una nueva Puerta de Carmona; cuando La Campana puso en su escaparate las primeras torrijas; cuando Casa Ricardo puso la primera en ... la campana (la primera croqueta de Vigilia en la campana extractora de humos), ni a soñar que nos hubiésemos echado hubiéramos pensado que la situación sanitaria en España iba a ser tan grave, y la crisis económica resultante tan catastrófica, que hasta iba a pasar a un segundo plano algo en lo que con sólo pensarlo casi nos iba la vida a los sevillanos: la suspensión de la Semana Santa. «¿Pero cómo nos vamos a quedar sin Semana Santa?», se decía. Pues mire usted, nos hemos quedado y no sólo no ha pasado nada sino que, si no me equivoco en mi apreciación, no es el asunto que principalmente preocupe al sevillano, a pesar de cuanto sentimental, religiosa y económicamente supone en la ciudad.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación