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EL RECUADRO

Gorriones

Los gorriones han aprendido sus saltitos de los seises, de sevillanos que son

Antonio Burgos

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Me habréis tomado coraje, gorriones de Sevilla, por mi predilección por los vencejos, hartos de salir cada primavera o cada corrida de toros en este artículo y en cambio vosotros, suaves, plumosos, simpáticos, humildes, nunca habéis aparecido. Ea, pues aquí está vuestro merecido panegírico y ... elogio con desagravio. Dicen que en Londres y en otras grandes ciudades habéis desaparecido totalmente, sin que nadie sepa por qué y que sois allí especies protegidas. Pues peor para los ingleses, porque aquí en Sevilla sigue habiendo gorriones, que al anochecer llenan con el pío, pío de sus sonoros toques de retreta los árboles más monumentales de la ciudad, como los dos laureles de Indias de la acera del Banco de España en la Plaza de San Francisco, los que están podados de una forma que a los chiquillos les recuerdan a Bob Esponja.

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