La reconstrucción nacional
Tras doce días sin ni siquiera telefonear a la oposición, Pedro Sánchez ratificó el sábado la necesidad de sumar a todas las fuerzas políticas a un acuerdo similar al de los Pactos de la Moncloa
Se ralentiza el crecimiento de contagiados y difuntos por el coronavirus en España mientras que en Andalucía el número de altas hospitalarias supera por primera vez al de fallecidos. Dos noticias esperanzadoras para comenzar las tres semanas como mínimo de confinamiento que nos aguardan. Los ... expertos que vaticinaban que la evolución gráfica de la pandemia representaría una UVE ya han abandonado su errónea teoría para advertir que la recuperación será lenta, paulatina y fatigosa. Justo lo contrario que la súbita escalada de los contagios. Por eso conviene mantener las medidas de protección racionales, la prudencia y el ánimo. También convendría, ahora que reconocen que el uso de mascarillas y guantes se debería generalizar, que las autoridades garanticen su suministro a todos los ciudadanos, algo que hoy por hoy es una quimera.
Tras doce días sin ni siquiera telefonear a la oposición, Pedro Sánchez ratificó el sábado la necesidad de sumar a todas las fuerzas políticas a un acuerdo de reconstrucción nacional similar al de los llamados en su día Pactos de la Moncloa. Es claro que un Gobierno de coalición con una exigua mayoría fruto del apoyo de todos los grupos radicales y antisistema representados en el Congreso no puede afrontar en solitario los efectos sanitarios, sociales y económicos de la pandemia, seguramente los más duros desde la Guerra Civil. Para embarcar a la oposición en el gran pacto de reconstrucción nacional lo primero que tendrá que hacer el Ejecutivo, además de dejar muy claras las medidas y los objetivos, es desembarazarse del proyecto de sus socios de Podemos de nacionalizar a las grandes empresas y asfixiar vía impositiva a las pymes, las familias y las clases medias, verdaderos sostenes de la economía española. Si no cumple con esta premisa básica, que le va a exigir la Unión Europea si desea contar con su ayuda, no habrá reedición de los Pactos de la Moncloa y todos pagaremos las consecuencias.
En Andalucía, donde los periodistas no somos sometidos a la censura previa en las ruedas de prensa, se capea mejor que en el resto de España el vértigo letal del coronavirus, aunque toda prudencia es poca a la hora de hacer vaticinios. Lo que ya sabemos es que los efectos socioeconómicos derivados de la pandemia y de la hibernación de la economía han tenido consecuencias devastadoras en nuestro débil tejido empresarial. En pocos días se han desperdiciado los esfuerzos de muchos años. La reconstrucción por tanto será especialmente dura. No estaría de más que el Gobierno de la Junta fuera generoso y la oposición socialista abandonara la estrategia de meter palos en las ruedas de la gestión de la comunidad y se sumara al espíritu de los pactos que pregona Sánchez. Estamos en una situación de emergencia en la que el marketing electoral debe relegarse al último plano.
@aybarrapacheco
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