Uvas negras
Este ha sido el año de las tres plagas: la sanitaria, la económica y la política
Tenemos que descontarnos un año. Hacer un Lola Flores. Quitarnos pasado. Este 2020 no ha existido, ha sido una entelequia, ese tipo de tiempo que dejamos abandonado, tiempo sin esencia, sin tiempo. Un asincronismo. Si no fuera por las morgues, los féretros de fabricación en ... serie sin un mínimo detalle personal, el desfile de ataúdes austeros que antes de salir de la carpintería ya tenían los clientes asignados, las urnas de cenizas y las bolsitas con las pertenencias, este año podría ser declarado oficialmente nulo. Si no fuera por la ruina del confinamiento y del resto de restricciones que han manoseado las libertades sin alternativas serias, por las colas del hambre, por la bajada de persianas de la generación que ya no podrá reengancharse y todavía tiene a sus hijos en casa, por el todo o nada que oscila entre el Mando Único y la posterior dejación de funciones, 2020 podría desaparecer de los libros de Historia. Si no fuera por el festival de decretazos, los pactos con los terroristas, el favoritismo a los independentistas, los ataques a la Constitución desde el Gobierno, el acoso a la Monarquía, el control estatal de las informaciones, la ley educativa con menos consenso de la democracia, la aprobación de la eutanasia en plena oleada de muertos, el desastre de la ayudas a los sectores más afectados, la patraña del Ingreso Mínimo Vital, el hostigamiento a la división de poderes, el aquelarre propagandístico y el asedio a los jueces, este año nos lo podríamos deducir o permutarlo por una bonificación de futuro en el DNI. Pero es mejor recordarlo bien para que la memoria nos proteja.
Este 2020 mortinato nos ha enseñado las bajezas del igualitarismo: la muerte fría de cuerpos sin nombre, la quiebra general... Y de las desigualdades por razones ideológicas: más dinero a los separatistas a cambio del voto, un plan de indulto a los golpistas para «aliviar», muerte al castellano, las víctimas de ETA humilladas... Ha sido el año de las tres pandemias: la sanitaria, la económica y la política. Por eso esta noche las uvas serán negras, menos dulces, y los sueños más largos. Ojalá 2021 nos vacune de todas las plagas y podamos detraernos el 2020 del saldo de tiempo que nos queda. Feliz esperanza.
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