TIRO AL AIRE
Resort España
...Y se concluyó que la previsión de cita con las urnas había creado un nuevo modelo turístico. El electoral
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El Hotel España, de Benidorm, fue el primero en recibir las llamadas. Un noruego, contó el recepcionista, cliente de toda la vida, tanto que hasta chapurrea español, telefoneó para reservar una mesa electoral el domingo 23 de julio. Si puede ser de presidente, mejor. Buscaba ... mesa completa, también para sus amigos, dijo. Estaban deseando ver votar a 40 grados; eso no lo ha experimentado nunca un nórdico. El amable conserje, un tanto extrañado, le contestó que no tenía constancia de que tal petición pudiera ser atendida pero que lo consultaría con la dirección antes de ofrecerle una respuesta concluyente. No terminó de colgar cuando volvió a sonar el teléfono.
Era otra clienta histórica de la casa, una mochilera alemana. Ésta quería reservar plaza para un tour electoral todo incluido por los pueblos de España. Transporte, dietas y visitas. Le daba igual el partido, le gustaría alguno que pasara por Villanueva de los Infantes, por lo del lugar de La Mancha. Dado que tiene niños, preferiría acompañar a algún candidato que hablara lento y pausado, con frases sencillas. Para que aprendan un poco de español, pero sin gresca. Nuestro recepcionista no estaba al tanto de los tours electorales pero no se lo dijo a la británica. Sólo que la llamaría de vuelta. No le dio tiempo casi a colgar.
Tirirí tirirí, flojito, que es como suenan los teléfonos de las recepciones de hotel. Era John, desde Londres. Buscaba entradas para la mejor fiesta del 23-J. Se movía cada verano desde hacía 30 años entre la Costa Blanca e Ibiza, conocía a los Dj más famosos... pero nunca había pisado un evento de noche electoral. Bien, ¿qué partido quiere?, preguntó nuestro español. «Las casas de apuestas de Londres dan dos a uno a…». El recepcionista simuló un ataque de tos. No podía más, pero no lo dijo, como empleado diligente y cumplidor. Apuntó información de contacto, dijo que se encargaría de la petición y puso rumbo al despacho de la directora. No tuvo que levantarse, porque ahora los recepcionistas no se sientan, pero aun así le sobró tiempo para ver de reojo el prefijo internacional de la siguiente llamada. Francia. Ni lo cogió.
A su jefa le relató de carrerilla lo sucedido. Ella no tomó notas y sí por loco a nuestro recepcionista hasta que recibió un wasap de la patronal hotelera. Todos los establecimientos de España estaban recibiendo las mismas curiosas peticiones, por lo que el sector había pedido al Ministerio de Turismo que tomara cartas en el asunto. Esa misma tarde se celebró una reunión de altos cargos en Madrid. Tras horas de deliberación se concluyó que la previsión de cita con las urnas había creado un nuevo modelo turístico. El electoral. En temporada alta nos vamos a enterar del espectáculo que da. Pero, ya verán, algunos, y no sólo los turistas, qué síndrome posvacacional cuando se acabe la fiesta.
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